sábado, 2 de marzo de 2019

Jay-Jay Johanson, "The girl I love is gone"


El vacío por dentro crece noche a noche, cada vez más fuerte/ y dónde estás vos para calmar mi dolor

¿Lo recuerdan? El tipo se hacía llamar Jay-Jay Johanson y medio que la pegó con un debut que salió en el momento justo. Crooner etéreo en pleno universo trip-hop, sus mejores temas funcionaban como banda de sonido ideal para el indispensable momento de calma dentro cualquier pesadilla lyncheana. Hay artistas que basan su acto en un solo truco, y el de este sueco era así, fantasmagórico y melanco, cantado al oído, siempre con la posibilidad de que haya algo acechando a la vuelta de la esquina. No le fue mal: encontró su lugar y no se movió mucho de ahí (leo en internet que intentó moverse hacia el electroclash, pero enseguida volvió a lo suyo), incluso dos décadas después de asomar la nariz llegó a tocar en La Trastienda como estrella del ciclo Días Nórdicos haciendo más o menos lo de siempre. Su verdadero nombre es Jäje Johansson, así que mejor Jota Jota, y nació hace unos 50 años en Trolhättan, una ciudad a 75 kilómetros de Gotemburgo, cerca del límite con Noruega. Ya lleva once discos editados, pero este hermoso tema es del primero, Whiskey (1996), y es tan perfecto que parece un standard, pero no, es suyo. Y a esta altura también es de todos: La chica que amo se fue, canta Jota Jota, y así como Lopez se hundió con el barco River cuando se fue al descenso, Johansson (un apellido que debe ser tan común como Lopez en Suecia) se hunde con sus recuerdos y melancolías abriendo el Lado B del primer Música Cretina del año, que merece escucharse de punta a punta, pero quién soy yo para decirlo que lo hago justamente para eso. Pasen y escuchen ustedes, entonces, y después me cuentan.

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