viernes, 24 de noviembre de 2023

Ricardo Vicente, "A Joni Mitchell con todo mi amor"

No se te ocurra decir que no volvimos a grabar más discos buenos/ Que no tuvimos nada listo a tiempo

El que escribió los versos de acá arriba fue Ricardo Vicente, la del autorretrato es Joni Mitchell. Y si están juntos es porque Richi está refiriéndose a Joni en esa estrofa inolvidable de una de mis canciones preferidas del último Musica Cretina (¿todavía no lo escucharon?), un temazo prolifico e incontinente, de pollo y pasta al mismo tiempo, pata y pechuga en un mismo plato, al que ya nos tiene acostumbrados el ex Costa Brava y Tachenko. El tema se titula inequívocamente A Joni Mitchell con todo mi amor, y forma parte del debut en solitario de Vicente, que por estos días está cumpliendo una década. ¿Qué haces tan lejos de casa? (2013) apareció después de un extraordinario álbum previo, con otro título inolvidable, El problema de los tres cuerpos (2011), que Richi grabó en formato de trío, compartiendo vidriera con Francisco Nixon y The New Raemon, pero en el que --a pesar de ser el menos experimentado de los tres-- sus temas eran claramente lo más destacado del lote. Oriundo de Zaragoza, Vicente empezó a componer en La Costa Brava, ese milagro liderado por Sergio Álgora junto con Nixon, ya que como vecino de Sergio era el que tenía mas cerca para traducir sus ideas musicales, algo difícil de hacer sin ayuda ya que no era ducho con ningún instrumento. Después fue Fran el que alentó a Richi a seguir componiendo por las suyas, llegando a incluir sus primeras canciones en sus discos en solitario, hasta que --como les decía-- se desató y empezó a largar un bombazo tras otro (Si no me creen chequeen ejemplos como Todos tus caballos de carrera o El Palacio de los Gansos, que a esta altura ya son clásicos cretinos). Leo por ahí que Vicente dice que en este tema dedicado a Joni de lo que habla es de la relación de Graham Nash con ella. De hecho, la voz cantante sería la del buen Graham, el hombre que abandonó el Swinging London por el sueño de California. “En la tradición, la gente con mucho talento tiende a la autodestrucción”, explica Richi. “Tenemos muchos ejemplos de casos masculinos pero los femeninos no abundan tanto. Y lo que me interesa de esa relación fue cómo se invirtió el patrón machista, que ella fuera una bala perdida y Nash fuese el sufridor”. En aquel sorprendente homenaje a Joni que casi nadie conoce, y que ya tiene diez años, Vicente toma el riesgo de apuntar bien alto y no quedarse corto, es una de esas canciones que dejan sin aliento porque al escucharlas uno se queda esperando que caiga y no lo hace, sigue y sigue subiendo, un monumentazo de canción, que confieso haber escuchado por primera vez el año pasado --siempre fue difícil, antes de Spotify, conseguir por acá discos españoles--, cuando Richi tocó mágicamente en Buenos Aires gracias a la buena gestión de los chicos de Cabeza Flotante. Tú que nunca comes al medio día/ Y por la tarde te sientes fría/ Luego te vas a beber a un bar/ Todos te miran porque eres linda, canta Ricardo Vicente, encarnando a aquel enamorado Graham Nash retratando a Joni Mitchell casi tan bien como ella se dibuja, como se puede ver en la imagen que acompaña estas líneas. La bella Joni, sobreviviente, heroica, que en los últimos tiempos no hace más que volver de un abismo en el que casi cae, por culpa de su salud y de la edad, tan simple como eso. Este autorretrato forma parte de un libro que publicó hace un par de años, justo antes de la pandemia, con dibujos de su juventud, que había compilado originalmente en una edición sólo para sus amigos. Se llama Morning Glory on The Vine (2019), y en sus páginas Joni vuelve a demostrar por qué se considera antes dibujante que música. Una dualidad que ha resumido mejor en esta declaración que encontré por ahi: “Canto mis penas y dibujo mis alegrías”. En eso estamos, entonces. Cantando nuestras penas. La música, lo hemos dicho, es lo que nos salva. Y lo voy a decir de nuevo, porque suena lindo: si es Cretina, mejor. 


jueves, 23 de noviembre de 2023

Música Cretina 2023 #4

ESTO NO ES UN PROGRAMA

17-11-2023

Lado A

“No hay que tener el alma por el suelo/ porque viene cualquiera y la pisa”

1.- Cowboy Junkies, Five years (David Bowie)
2.- Andrés Calamaro, Los reventados
3.- Bruce Springsteen, I forgot to be your lover (William Bell)
4.- Broadcast, the note (message from home)
5.- El Petit de Cal Eril, Cada dia surt el sol
6.- Ceu, Pode esperar
7.- Belle & Sebastian, If they’re shooting at you

Lado B

“Solo necesito un lugar/ donde pueda recostar mi cabeza”

8.- Hugo Blanco y Su Arpa Viajera, Infinito
9.- Ralph Stanley, I’m willing to try
10.- Marcia Aitken, I’m still in love with you
11.- Lucinda Williams, Play with fire (The Rolling Stones)
12.- Cat Power, Pa pa power (Dead Man’s Bones)
13.- Ricardo Vicente, A Joni Mitchell con todo mi amor
14.- Mavis Staples and Levon Helm, The weight (The Band)

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miércoles, 22 de noviembre de 2023

Bruce Springsteen, "I forgot to be your lover" (William Bell)

¿Te he dicho, en el último tiempo/ que te quiero?

A esta altura todos ya lo deben saber, pero no está mal repetirlo: hay un nuevo Música Cretina, y como las canciones son un buen lugar donde refugiarse en tiempos como los que corren, están todxs bienvenidxs. De hecho, casi al comienzo del Lado A es la voz de Bruce Springsteen la que termina de abrir las puertas de lxs que aún duden de que éste puede ser un lugar donde quedarse. Lo acompaña otra voz inolvidable, la de Sam Moore, que no es otro que el venerable dueño del primer nombre del dúo Sam & Dave: el sobreviviente, digamos, ya que Dave Prater abandonó el edificio hace ya más de treinta años. Para los recién llegados al baile les cuento que se trata de un dúo que tuvo su momento de gloria en los años sesenta, firmados por Jerry Wexler para el sello Atlantic, en sociedad con el sello Stax. Pero siguieron vigentes una vez que se les terminó ese contrato, al punto de que Springsteen confesó haber llorado cada vez que los vio en vivo durante los ’70, y siempre los ha mencionado como una de sus grandes influencias musicales. De hecho, a fines de esa década tuvieron su regreso con gloria en la película de los Blues Brothers, e incluso a mediados de los ’80 llegaron a regrabar su gran himno Soul man nada menos que junto a Lou Reed. Vean la foto que ilustra este post, tomada en 2009: ¿no merece un epígrafe que diga quedate con alguien que te mire como Bruce mira a su ídolo Sam? Lamento no haber encontrado ninguna foto de Sam & Bruce que corresponda al año pasado, cuando se editó el que hasta ahora es el último disco de estudio de Springsteen, Only the strong survive, el número 21 de su carrera, un disco de covers de clásicos y no tan clásicos del soul, para el que grabó un par de temas con su ídolo. Uno de ellos es el que suena en este nuevo Musica Cretina, original de otro grande del soul, el señorazo William Bell, al que todxs deberíamos conocer, ya que le puso la firma a monumentos como You don’t miss your water o Born under a bad sign, que escribió para Albert King y luego versionó famosamente nada menos que Cream. El tema que versiona Springsteen de la mano de Moore es otro de sus clásicos, I forgot to be your lover, que ya pasó por manos de Billy Idol --y quedó irreconocible-- o Lee Scratch Perry, que la grabó como reggae con sus Upsetters. Acá Springsteen regresa a la versión original, que Bell escribió junto a su compañero de secundaria Booker T. Jones, y ambos grabaron para el sello Stax, del que formaron parte. Son muchas idas y vueltas, pero al volver al verso con el que comienzan estas líneas, no se si soy yo o los tiempos, pero no puedo menos que pensar que es la frase que Sergio Tomás les estuvo cantando a los esquivos votantes del peronismo, ya que esa pregunta en realidad esconde una afirmación. Y tanta reparación de apuro no parece haber sido suficiente. Me olvidé de ser tu amante/ voy a compensartelo, de alguna manera, confiesa y promete Bruce en los versos de Bell, y si en la realidad no hay tiempo de más, en las canciones siempre hay tiempo. De eso, después de todo, está hecha una canción. De tiempo y de ritmo. Y además repitan conmigo: la música siempre lo sabe todo antes. Y si es Cretina, mejor.


martes, 21 de noviembre de 2023

Andrés Calamaro, "Los reventados"

Voy a empezar a vivir de nuevo/ escucharte en silencio como en misa

¿Qué fue esto que pasó? No lo que sucedió el domingo, sino esto que llevaba nombre de lunes. Porque más que un día feriado pareció una eternidad sellada al vacío. Quedaron tan lejos todos esos momentos en los que aún parecía todo posible, parece otra vida. En realidad, la unica vida posible en estos dias es la que sucede entre canciones, por eso es que los vengo invitando a escuchar Música Cretina. Más que nada porque quiero creer que tiene sentido seguir preocupandose por eso, por poner un tema detrás de otro, y esperar que algo pase, que alguna ficha caiga, que podamos encontrar una respuesta, una palabra, sólo una palabra, como rezaba Luis Alberto. Tal como les decía ayer, cuando empecé a presentar tema a tema, que el tiempo viene haciendo cosas raras. Armé este no-programa hace casi un año, para fines del año pasado. Pero nunca me pude hacer el tiempo para subirlo, y luego se fue postergando porque otras canciones me parecían más urgentes. Cuando me quise dar cuenta, este puñado de canciones parece estar cantando lo que nos está pasando. Bowie dice en el tema que abre el Lado A que tenemos apenas unos años antes del fin del mundo, y ahora viene Calamaro a cantarnos sobre el cansancio de mirar la vida del lado de los reventados. Si volviera a empezar, sería distinto/ se rompió mi corazón de tiza, canta el Andrés que más queremos --no el de ahora, el que se muere por tener siempre la razón; sino el de entonces, que apenas si sabía lo que no quería--, y apenas llega esa voz uno se da cuenta, o mas bien lo siente en la piel --bah, al menos eso me pasa a mi-- que las canciones no se cancelan. Este Los reventados, uno de los tesoros de la reedición ampliada de Honestidad brutal, fue seleccionado un año atrás, no lo elegí para mojarle la oreja a nadie, se los aseguro. Pero sí me parece que ya vendría siendo hora de dejar de lado el odio y los lamentos, porque entre tantos rencores y pases de factura, y mas y mas dedos acusadores y lavados de manos, no escucho nadie que diga lo obvio, y es que la mitad mas cinco de nuestro bendito país no eligió regresar a ningún lado. Sino que optó por lo que, de alguna manera, era lo unico sano de lo que había en oferta: huir hacia adelante, apostar a lo nuevo, a lo desconocido. Si, ya se, son espejitos de colores, lo que viene no es nuevo y es peor. Pero entre tanta crítica, otorguémosle lo que les corresponde. Desgajemos a los nostálgicos y los jueputas, los advenedizos y los traidores: los que decidieron la partida tuvieron la valentía de apostar a lo nuevo contra viento y marea. ¿No nos hemos pasado la vida rezándole a San Spinetta y venerando su negativa al todo tiempo por pasado? Me parece que de este lado hace ya un buen rato que pretendemos detener al tiempo, apostando al pasado solo por pasado. A menudo, me pregunto la razón/ ¿Por qué se inclina la Torre de Pisa?, canta Calamaro, y yo nos pregunto, con una mano en el corazón: ¿quien hubiese votado a Massa-Rossi qué digo un año, medio año atras? ¿Dónde está el futuro en esos dos señores? Hay que decirlo: hasta que lo nuevo no nos alcance, estaremos persiguiéndonos la cola en un agujero. No hay calle para nosotros, al menos hasta que no entendamos de una vez por todas a los que abandonamos. Y otra vez, que cante Calamaro, o mejor, que la canción se cante sola, y nos descubramos moviendo los labios: El destino me clavó su arpón/ Mientras al mundo, mi quebranto le da risa. Desde el limbo en el que estamos penando, desde este particular purgatorio, dejemos que las canciones nos muestren el camino, nos abran los ojos, o aunque mas no sea, los corazones. La música salva, la música cura, la música nos puede también cachetear la cara, nos prefiere despiertxs antes que dormidxs. En especial cuando es Cretina.  

lunes, 20 de noviembre de 2023

Cowboy Junkies, "Five years" (David Bowie)

Las noticias acababan de llegar/ nos quedaban cinco años para llorar 

Más allá de este domingo que vamos a recordar para siempre, quiero creer que va a seguir existiendo ese lugar que nunca dejó de resguardarnos, que para mi --entre otras cosas-- se llama música. Las canciones, lo dije más de una vez, lo saben todo antes que uno, pero nunca imaginé que la cuestión podía ser tan literal. La frase de acá arriba originalmente fue de ese astronauta del futuro que supo ser David Bowie, y suena tan apropiada para este exacto momento que casi duele, quitándonos el aire como solo puede hacerlo el pavor que nos genera lo que vemos siempre de la misma manera y de pronto es otra otra cosa. Y esa cosa nos señala. La ansiedad de estos últimos días me permitió tomar un Música Cretina que estaba casi armado hace ya algunos meses --juro que fue así, todo esto es un extraño viaje temporal--, terminar de darle forma y subirlo de una vez por todas. Ahí está desde un par de días atrás, colgado, esperándolos. Supuse, en su momento, que venia bien para ayudar a pasar el tiempo hasta las definiciones. Así lo presenté, y así lo recibieron, justo es decirlo. Pero el pavor ante lo que nos apunta y parece habernos visto no me deja pensar muy bien, y no se de qué puede servir este no-programa en las condiciones actuales, ni siquiera si sirve para algo. Sí, lo sé, arranqué hablando de refugio, pero quién sabe qué tan rápido sucederán las cosas ni si habrá resguardo posible para todo lo que parece venírsenos encima. Lo unico que tengo claro es esto: acá estamos, aquí y ahora. Y lo que dijo Bowie entonces sirve también ahora mismo: no me queda lugar, decía Ziggy, tengo que meter demasiadas cosas acá. Nunca pensé que necesitaría tanta gente. Por eso, vengan. Acá estamos y nos quedamos todo lo que haga falta quedarse. Hay un nuevo Música Cretina, que arranca con el verso de acá arriba, que arrancó hace mucho tiempo en realidad, sólo que no nos habíamos dado cuenta. Pasen y escuchen. Lo que escribió Bowie lo cantan los Cowboy Junkies desde el tema que abre el Lado A, con Margo Timmins al frente. Tenemos cinco años, qué sorpresa. ¿Será así? ¿Realmente se puede contar en años lo que tenemos? ¿Es realmente una sorpresa? Habra que escuchar mas atentamente lo que tienen para decirnos, una y otra vez, las canciones. Eso que la música nos trae siempre a la mesa. Y como siempre digo: si es Cretina, mejor/peor. (Esta vez, habrá que tachar lo que corresponda)