(La foto que ilustra este post fue tomada por el peruano Raúl García que, además de trabajar para varias publicaciones y agencias internacionales, se ha dedicado a retratar la escena de rock under de Lima)
jueves, 30 de septiembre de 2021
Susana Baca, "Enciéndete candela"
martes, 28 de septiembre de 2021
Khaled, "Mani hani"
Estelares, "Feliz"
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Hay un nuevo Música Cretina, creo que ya se los dije, y en el lado B suena este tema de Estelares que en su momento me obsesionó tanto, que hasta le dediqué una nota en Radar --de la que sale el párrafo de acá arriba-- cuando finalmente se editó el disco que lo contiene, el que casi los destruye por el tiempo que tardaron en grabarlo, pero que finalmente fue el que los terminó haciendo lo que hoy son, un grupo clásico, honrosos eslabones encontrados --y no perdidos-- entre el rock platense de los 80 y la escena indie de la segunda década del nuevo siglo. Hace casi dos décadas de Ardimos, lo que vivimos del nuevo siglo desde que escuché por primera vez Feliz, y su poder como canción y como oráculo sigue tan fuerte como entonces. No hay garantías, lo sabemos, pero también sabemos que la felicidad existe. No se ustedes, pero yo estoy seguro que el camino hacia ella está tapizado de canciones. Muchas suelen sonar en Música Cretina, un no-programa del que no se puede decir que sea feliz, pero que trata de estar siempre, llueva o truene, y también con el sol de una nueva primavera, qué tanto.
(La foto que ilustra este post es de Julieta de Marziani, y forma parte del arte original de Ardimos).
jueves, 23 de septiembre de 2021
Lowell George, "What do you want the girl to do" (Allen Toussaint)
Así que pensás que la chica está loca/ como para tragarse tus mentiras como si fuesen buenas
Así es como comienza el nuevo Música Cretina que intenta abrirle la puerta a la primavera --¡vamos Prim, acá estamos, acercate!--, y así es como arranca también la letra de What do you want the girl to do, el hermosísimo tema de Allan Toussaint que versiona el gran Lowell George desde su único disco como solista, el más que apropiadamente titulado Gracias, me lo comeré aquí. Especialmente desde que leo, en una de las tantas notas sobre George que se puede encontrar online, que el bajista Fred Tackett considera que --más allá de los signos de sobredosis y el hígado destruido que reveló la autopsia luego de su ataque fatal de corazón-- Lowell en realidad murió por la pizza completa que se comió él solo en una de las paradas del omnibus de gira, mientras el resto de sus acompañantes compartía otra. Sí, el buen George dijo definitivmente adiós durante la gira presentación de un disco que estuvo grabando durante dos años y medio, y del que participaron Jim Keltner, Nicky Hopkins, J. D. Southern, Bonnie Raitt y muchos otros, tantos que en las liner notes del disco original George asegura no recordarlos. Líder de esa maravilla de los '70 que supo ser el grupo Little Feat, su muerte a los 34 años y cuando recién estaba intentando abrirse camino como solista, convirtió su nombre en una suerte de código entre entendidos. Recuerdo que alguna vez Andrés Calamaro me dijo que era el disco que más veces se había comprado, porque tenía que tener siempre uno en su discoteca. Presentado originalmente por Toussaint en esa obra maestra conceptual que es Southern nights, y luego versionado tanto por Buzz Scaggs como por Raitt --que le cambió el “girl” por “boy” en el título-- antes de que Lowell George hiciese su magia, el tema que abre aquella gema de despedida es el que también inaugura un nuevo no-programa que tanto se hizo esperar, pero ya está con nosotrxs, por lo que lxs invito a disfrutarlo.
(Ah, y la imagen que ilustra este texto, y que tan bien presenta a nuestro homenajeado, es obra de Elizabeth George, su mujer en el momento de su muerte, y la encargada de tirar sus cenizas en el Pacífico. Está incluida en el sobre interno de Thank’s I’ll eat it here)