Se los presento, por si hace falta: este señor se llama
Robert Forster, nació hace 61 años en Brisbane, Australia, y si no fuese por la
guitarra --y los libros de rock a su espalda, entre los que se leen claramente
los nombres de Dylan y Keith Richards-- podría pasar tranquilamente por un
evangelista. De hecho, así se titula su disco solista más celebrado, The
evangelist, que ya tiene una década. Pero estamos aquí reunidos para hablar del
disco que vino después, el último que sacó hasta ahora, Songs to play. O sea,
canciones para tocar (y jugar, por qué no). Aunque en realidad estamos reunidos
para muchas otras cosas, siempre más importantes. Celebrar el sol del martes,
por ejemplo. Recordar que el invierno también sabe poner buena cara. Y avisar
que con el fin de las vacaciones esta semana regresan los rescates de Música
Cretina en la FM Universidad de La Plata (todos los sábados, de 23 a 24). En uno
de esos últimos no-programas rescatados es que aparece el amigo Forster,
cantando una de las canciones de ese hermoso disco, al que descubrí en un largo
viaje de regreso en ómnibus desde Montevideo. Más de un tema se hizo cretino,
pero el que me despereza esta mañana es Songwiters on the run, o sea
Cantautores huyendo. Una sugerente y ominosa saga que acompaña el escape de una
pareja de músicos como si fuesen Bonnie and Clyde. Ya escribí sobre este tema y
ese viaje en ómnibus revelador, sobre Forster, sus libros sobre rock y,
especialmente, su ex grupo Go-Betweens en un post amanecido un par de años
atrás, cuando el Música Cretina que lo contiene vio a la luz originalmente, y
que los invito a repasar cortesmente. Pero ahora la invitación es a que hagan play y con paciencia recorran un
no-programa que abre con Prince y sigue con Charly, y que recién en su lado B,
entre Charles Bradley y Los Lobos, verán aparecer a nuestro Evangelista jugando
con una de sus canciones del disco que nos ocupa, amenazando --acompañado por
la voz de su mujer, Karin Bäumer, cual Gainsbourg y Jane Birkin-- con eso de
que: Y tenían canciones para cantar/ y no tenían tiempo que perder.
martes, 31 de julio de 2018
sábado, 28 de julio de 2018
El Cuarteto de Nos, "Al cielo, no"
Se los presento: este es el disco con que El Cuarteto de Nos
se reseteó para este nuevo milenio, el que nunca escuchamos por estos pagos
--ni este, ni los anteriores, claro-- pero sin el cual no hubiesen podido pegar
el salto, aggiornar su sonido, enfocar el estilo, y convertirse en inesperados
abanderados continentales del rock uruguayo clásico de los ochenta, por mas que
se los pueda meter en esa categoria medio por la ventana. En realidad, ese
sonido for export del grupo de los hermanos Musso tuvo más que ver con el de
estos tiempos que con su historia, pero también es verdad que el cinismo de sus
letras, cantadas siempre desde el crudo y confesional punto de vista de los
mezquinos y/o perdedores, siempre mantuvieron su esencia, en realidad se podría
argumentar que fueron sus potenciales oyentes quienes los alcanzaron, capaces
en el siglo XXI de entender colectivamente eso que antes solo paraba la oreja
de unos pocos. Claro, "pocos" fuera de las fronteras de Uruguay,
porque por allá el Cuarteto logró ser éxito primero, y luego convertirse en
clásico. Lo se porque lo viví: nunca me sentí mas uruguayo que cuando descubrí
que podia hacer pogo y cantar sus canciones con su público en un multitudinario
show de madrugada --casi amaneciendo, en realidad-- cerrando un festival en La
Pedrera. Recuerdo que descubrí al Cuarteto a mediados de los 90, cuando su
disco Otra navidad en las trincheras los transformó en el grupo
uruguayo del momento. Es donde tienen su cancion más punk, El primer
oriental desertor, en la que se atreven a decir cosas como: Lo de
la guerra es algo nuevo/ porque a mi la patria me chupa un huevo. Se
sabe, bajo la pantalla del humor se pueden revelar las mayores verdades. Pero
ese disco también tiene lo que para mí siempre fue su mayor gilette en el
tobogán o alfiler en la manzana: un tema contagiosamente beatle llamado Solo un rumor, canción de amor cuya melodía invita a cantar su
letra pero que resulta ferozmente misógina desde su primer verso, retratando de
manera cada vez mas cruel a un supuesto objeto amado, hasta llegar a un verso
que siempre me pareció la cumbre de la perversión, el momento en que el uno se
pregunta inevitablemente qué está haciendo, cómo puede ser que algo así pueda
aparecer en una canción de amor. Se trata de una enumeración estilo "me
contaron que" a cual mas cruel que hace cumbre en una estrofa que aún hoy
resulta increíblemente feroz y fuera de lugar: Y que te hicieron como
siete abortos/ y que uno salió mal/ tuviste que parir y la quedaste/ y que al
bebé lo ahogaste en el water. Eran los tiempos de rock en la televisión
argentina, de la pelea entre Pergolini y Tinelli, y yo me imaginaba el colmo de
la rebelión que El Cuarteto se presentase en Ritmo de la Noche, cantase sus temas
mas beatles, y que cuando llegase a esa canción --su hit-- y ese verso, todo
estallase en mil pedazos. Era la fantasía de alguien --yo-- que cuando fue a
Feliz Domingo preparó palabras que sonasen como que no se pudieran decir en
televisión pero que estuviesen avaladas por el diccionario, buscando generar
cualquier disturbio posible. (lo conseguí, dije "zorongo" y se armó
revuelo, pero esa es otra historia). Lo cierto es que a pesar de esa fantasía,
la realidad marcaba que El Cuarteto no sólo podía cantar Solo un
rumor en la televisión uruguaya, sino que todos cantaban con ellos y los
celebraban. No se si esto dice algo en particular sobre la sociedad uruguaya o
sobre la capacidad de las canciones para desactivar sus supuestos caballos de
troya, pero eso también deberíamos dejarlo para otro momento. Lo que importa
acá es que El Cuarteto siempre regaló temas como éstos en cada uno de sus
discos, algo que se disfrutó siempre particularmente en sus shows en vivo,
donde podían tocarlos uno atrás del otro. Recuerdo uno en un lugar pequeño de
Montevideo que me abrió la cabeza, que compartieron con Los Supersónicos, donde
tocaban creo desde un entrepiso y pasaban también peliculas en Super 8 (¿o
sería video?). El repertorio de ese show creo que está fielmente representado
en el disco de la foto, donde recuperaron temas como el que suena en uno de los
últimos Música Cretina que sonaron en la FM de Radio Universidad de La Plata, y
que invito a que escuchen en este sábado de lluvia y mas lluvia, que hace
pensar eso de que de repente me enteré que la eternidad/ dura mucho
tiempo y a veces más, como canta Roberto Musso en Al cielo,
no, un temazo que, como los mejores de El Cuarteto, merecen ser cantados
de punta a punta, cretinadas incluidas. Y en el que aparecen personajes encantadores como La Abuela
Popa --digno de un grupo que siempre amó a las viejas--, avisandole a su nieto
suicida a través del juego de la copa: Mirá mi amor/ acá en el cielo todo
es de terror/ porque no hay quiniela ni hay maní/ ni ningún bar donde tomar
anís. Así que entonces sumémonos al coro, hagamos play en el no-programa
correspondiente, tengamos paciencia porque es
el tema que cierra el Lado A (después de los Pixies, mirá bó), y pidamos
entonces que al cielo no, por favor. Nada de tocar mal el arpa y desafinar con
angelitos meando alrededor. Mejor el infierno, qué tanto. Aunque haya que
soportar demasiada gente de terror, y también --uruguayos alternativos, al
fin-- a la hinchada de Peñarol.
jueves, 26 de julio de 2018
Warren Zevon, "Tenderness on the block"
Como tantos otros discos, éste se lo debo a Alfredo Rosso.
Es el segundo –o tercero, o cuarto, las vidas de los músicos de Los Angeles
tienen demasiados comienzos—de Warren Zevon, el cachetón nerd de la foto de
tapa. La verdad es que Zevon está realmente irreconocible en la portada del
disco que lo hizo famoso, que siempre fue el disco mas vendido de su carrera.
"Es el mejor disco de rock norteamericano desde Born to run de Springsteen,
Zuma de Neil Young y The pretender de Jackson Browne", escribió Paul
Nelson en la Rolling Stone cuando salió. Pero teniendo en cuenta los gustos del
buen Nelson, habría que corregir la declaración destacando que habla del rock
blanco norteamericano. Cuando lo compré en Tabú, en una edición local que por
acá supongo debió pasar desapercibida (es del 78, año de la fiebre disco),
durante muchos años fue un álbum con el que no pude presumir ante nadie. Porque
nadie lo conocía. Hasta que empecé a colaborar en Radar, y conocí a Rodrigo
Fresán, y también a Juan Forn, que directamente me llamaba Warren, porque
aseguraba que me parecía. Llegué incluso a escribir un largo perfil suyo que me
pidió Alan Pauls cuando era editor de la revista Página/30 y la habia hecho temática:
mi nota de Zevon formó parte de un numero dedicado a la letra Z. Romántico
estoico, borracho ilustrado, Zevon es un admirable compositor de canciones,
capaz de una feroz ironía, pero también de una sensibilidad honesta, nunca
sensiblera. El de las canciones de amor de sincero arrepentimiento, pero
también de un thelmaylouisismo terminal, yendo hacia el abismo con una sonrisa
en el rostro. El tema que nos convoca, el que suena en uno de los últimos
Musica Cretina rescatados para la FM Universidad de La Plata, se llama
Tenderness on the block: ternura en la cuadra, digamos. Es un gran tema al piano,
una suerte de She’s leaving home pero californiano. No le preguntes
cuándo va a volver/ y cuando esté en casa no le preguntes dónde estuvo,
canta Warren, y no hay drama acá, simplemente hay empatía, tanto por los padres
como por ella, que tiene un novio que la espera y, sí, tal vez no esté
preparada. Pero no la podes detener, mi viejo: con los ojos abiertos va a enfrentarse
al mundo. Sé cuánto duele verla irse/ pero tiene sus propias ideas/ Ya
está grande/ y tiene a un chico esperándola. Warren la escribió con
Jackson Browne, otro joven sabio de los 70. Tal vez no sea el tema del disco
que hoy elegiria para un dia y un tiempo como el que vivimos (Lawyers, guns and
money tiene todos los boletos), pero este mediodía de jueves merece otra
oportunidad. Y un poco de sol, qué tanto.
(Así como vamos recuperando no-programas para la FM de Universidad de La Plata, algunos post tambien se recuperan. Este es un remix de un post anterior de Música Cretina. El que avisa no es traidor)
(Así como vamos recuperando no-programas para la FM de Universidad de La Plata, algunos post tambien se recuperan. Este es un remix de un post anterior de Música Cretina. El que avisa no es traidor)
lunes, 23 de julio de 2018
Mandrake y Los Druidas, "Estos son los días"
Leias la Biblia/ comiendo cucumelos
Acá lo tienen, acompañado por sus Druidas, con los que suena en el último no-programa cosecha 2018. ¿Hace falta presentarlo? Tal vez si, al menos de este lado del rio. Se llama Alberto Wolf, pero todos lo conocen como el Mandrake. Es uruguayo, como Eduardo Mateo, como Jaime Roos, como Fernando Cabrera. Las referencias no son gratuitas: fue devoto de Mateo al punto de que la noche de la internación final del autor de Yulele en realidad tenían planeado hacer un show juntos; durante mucho tiempo fue una suerte de mini Roos, llegando a componer el mejor tema de Roos que no es de él sino suyo, Amor profundo; y si pongo a Cabrera en la lista mas que nada es porque no debería tomarle al Mandrake tanto tiempo como el que le tomó a Cabrera cruzar el charco como se merece. Tendría que ser el siguiente en la lista: aquí lo tienen, este es el Mandrake. Y también habría que escucharlo en sus propios términos, ya que el año pasado se editó por aquí su primer disco solista, desenchufado, acústico. Pero el Mandrake hace casi diez años que su mejor rostro lo muestra rockeando. Sin ir mas lejos, su último paso fue desarmar a sus Terapeutas --que ya eran bastante rockeros-- para acompañarse con un trío decididamente rocker. El debut de Mandrake y Los Druidas demuestra que está por el buen camino. Creías en tantas cosas/ soñabas despierto, canta Mandrake apenas arranca el disco, y también al final del Lado A de un Música Cretina que tal vez alcance a calentar un poco este lunes tan frío. Tu propia ingenuidad/ decías te va a salvar. Estos son los días, señorxs. O eran, por suerte.
domingo, 22 de julio de 2018
Al pan, pan
El hombre que está delante mío en la cola de la panadería se
da vuelta y me muestra el vuelto: un billete nuevo de veinte. No nos hemos mirado
ni dirigido la palabra mientras esperamos nuestro turno, es temprano y hace
frío, estamos encerrados en nuestros gorros, bufandas y abridos. Es entonces
cuando me mira con una mirada cansada y me dice, señalando al guanaco:
"Hasta el dinero lo cambiaron". Y cuando estoy por hacerle un
comentario cómplice, porque tiene el aspecto de ser peronista de toda la vida,
ancho, retacon, manos y rostro de laburante, ni me da tiempo a contestarle y me
sorprende: "Pensar que yo lo voté". Ahí sí me quedo mudo, mirándolo,
y apenas le alcanzo a contestar: "No se si puedo perdonarlo, amigo".
Junta todos sus paquetes en silencio, evidentemente salio a hacer las compras
del domingo, y se va hacia la puerta sin decir nada mas. En el apuro, se deja
sus treinta pesos de pan sobre el mostrador, asi que lo llamo y le alcanzo la
bolsa. "Uh, por pensar en... el hombre", dice, a modo de resignada
explicación. Y agrega, antes de salir al frio: "Ahora le voy a votar doble
en contra". Me sucedió recién, en mi barrio. No se si el pan después de
este diálogo me pareció mas frío o mas calentito.
miércoles, 18 de julio de 2018
Evan Dando c/Juliana Hatfied, "My drug buddy"
Ella está viniendo, iremos a pie, llamaremos durante
el camino. Se los presento: el disco de la foto es uno de los tesoros de
mi discoteca, y uno de sus temas tal vez sea la canción que más veces ha sonado
en Música Cretina alguna vez. Podrán entender por qué sin tener que leer toda
esta parrafada si hacen play ahora mismo en el no-programa rescatado el sábado
pasado en FM Universidad de La Plata (es el
tercer tema del Lado A, no van a tener que esperar tanto). Pero volviendo a la
imagen, se trata de un disco de canciones mas o menos acústicas grabadas en una
radio de Los Angeles, y pese a que figuran nombres como John Cale, Los Lobos,
Beck o Nick Cave, la estrella del lote sin dudas es una versión a dos acústicas
--que no está en ningún otro disco-- de My drug buddy, ese temazo de It's a
shame about Ray, interpretada por Evan Dando y Juliana Hatfield. Ahora
ella está en un teléfono público, la estoy mirando, ahí vuelve con una sonrisa
en la cara. Evan Dando tal vez haya sido la figura mas incomprendida de
la época que el grunge tomó por asalto el mainstream, acusado de ser sólo una
cara bonita cuando los Lemonheads firmaron con Atlantic y la rompieron con el
disco en cuestión, que acompañaron con el video de un innecesario cover de Mrs
Robinson que los catapultó a la estratósfera via MTV. Pero pocos recuerdan que
en realidad el proto-hit inicial del disco fue My drug buddy, que originalmente
se llamaba Drug buddy pero el sello terminó diluyendo para su lanzamiento a un inocuo Buddy (en las ediciones posteriores del disco recuperó su
título completo). Y que a pesar de que los Lemonheads tenían un pasado indie
mucho mas punk, Dando siempre fue un hijo de la música que escuchó por la radio
durante los 70, llegando al punto de grabar un cover de Gram Parsons en Lovey,
el disco de su grupo inmediatamente anterior. Todavía hay de lo mismo que conseguimos ayer, todavía hay de lo mismo que
conseguimos ayer. Según leo por ahi, la historia de It's a shame about
Ray está asociada con una escapada de Dando a Australia, donde conoció a todos
los personajes que habitan las canciones del disco --desde el barman Ray hasta
la baterista Allison-- y compuso todos los temas. Vaya uno a saber cuál hubiese
sido el resultado de los días extra que se quedó en Buenos Aires y terminó en
la casa de Charly García si hubiese tenido un disco por delante. ¿It's a shame
about García, Charly's starting to happen? Recuerdo ese show en Dr Jeckyll,
donde los Lemonheads fueron una sombra pero Dando se reveló como the real
thing, y terminó solo tocando entre otros temas Ballad of El Goodo mientras
algunos desubicados --o mas bien el desubicado era Dando, despues de todo era
su hit-- insistían en pedirle Mrs Robinson. Hablamos de eso cuando lo
entrevisté para La Mano, antes de su regreso porteño, para tocar en La
Trastienda en el 2004 (descubrí un audio completo del show en YouTube).
Recuerdo que durante la nota me preguntó qué tal estaba Charly. Estoy
demasiado conmigo, me gustaría ser otro; Estoy demasiado conmigo, me gustaría
ser otro. Si hay algo que se puede decir de My drug buddy es que su letra
suena muy real, demasiado tal vez. Es como un pequeño cuento, y la gracia es
que todo el mundo alguna vez puede haber vivido una situación similar. Pero mas
que nada lo que conmueve es la fragilidad de la voz narrativa, sin ser para
nada quejosa. Hay ternura en ese reviente. Es el lado B del rap, el otro lado
del Pity, donde estaba mucho antes de los disparos. Y también es irresistible
la complicidad de los intérpretes en esta versión acústica. Me atrapó desde que
conseguí el disco, y puedo escucharla sin parar una y otra vez. Y programarla
en cada Musica Cretina donde sea posible. Como en el rescatado el sábado pasado,
y que pueden hacer sonar desde el link que --como les dije-- agrego en los
comentarios. Como canta Dando, cuando lo escucho tengo que reirme cuando miro
al que se lo hago escuchar. Tengo que reirme porque no estoy solo. Buenos días,
Cretinxs. Que tengan un buen miércoles nublado. I love my drug buddy. My
drug, my drug buddy.
martes, 17 de julio de 2018
Bob Dylan, "Went to see the gypsy"
El tema es de Bob Dylan y
está en su disco New Morning (y su biógrafo Clinton Heylin dice que en esa
versión tocó George Harrison, aunque no pudieron poner su nombre en los
créditos porque no tenía los papeles en regla para grabar en Estados Unidos).
Pero la versión que suena en uno de los últimos Música Cretina rescatados para
FM Universidad de La Plata es la del increíble demo original, que abre el
número diez de las Bootleg Series, que creo que debe ser la única
colección de este tipo que compro casi religiosamente. Los invito a escuchar la
versión haciendo play en el link del no-programa correspondiente: tengan paciencia porque recién aparece avanzado el Lado B,
entre los británicos Gomez y los uruguayos Buenos Muchachos. Cretinos somos,
qué le vamos a hacer. Siempre me pregunto por qué no hay alguna discográfica
queriéndonos vender algo parecido sobre algún artista local. Yo me compraría un
Bootleg Series de Charly, por ejemplo. O de Spinetta, por qué no. Supongo que
considerarán que no hay mercado que pague los gastos que se toman para hacerlo.
O que se deberían tomar, porque en realidad no suelen gastarse demasiado las
pocas veces que lo han hecho: recuerdo la anécdota de la grabación en vivo de
Almendra (que terminó editando Página12) que no se agregó a la caja que armó
BMG porque los tacaños no quisieron poner ni un peso extra. Por eso esa caja
–verde, si mal no recuerdo-- no tiene ni un inédito. Pero lo cierto es que
deberían aprovechar, como hacen afuera, de que aún hay (¿las hay?) un par de
generaciones que comprarían otra vez (¿lo harían?) aquellos discos que los
acompañaron durante su vida, si es que estuviesen bien editados y con alguna
cosita extra que uno se quiera llevar a casa. Los de Dylan lo hacen muy bien, y
el de la foto, titulado Another Self Portrait, convierte el “¿Qué es esta
mierda?” con el que legendariamente arrancó Greil Marcus su reseña del Self
Portrait original, en un doble disco que se puede escuchar de punta a punta,
material de primera, mas Dylan que nunca. Lo hacen tan bien, de hecho, que es
el propio Marcus el que escribe las liner notes, volviendo sobre sus pasos,
explicándose y celebrando la reedición, que se centra en la época de ese disco
y el siguiente, New Morning. Recuerdo que, cuando salió, el primer tema que
empezó a dar vueltas fue un inédito hermoso de las grabaciones de Self
Portrait, un tema folk británico llamado Pretty Saro. Pero cada vez que pongo
el disco me quedo una y otra vez en el demo de Fui a ver al Gitano, que algunos
dicen que en su letra Dylan se refiere a un hipotético encuentro con Elvis (las
referencias a hoteles y Las Vegas invitan a eso), aunque sea algo que –aclaró
Bob alguna vez—nunca sucedió realmente. No puedo dejar de desear una hipotética
traducción de este tema por Charly, de esas que suele hacer, que multiplicaría
el cruce de referencias ya que evocaría inequívocamente a Sandro. Pero no hace
falta exagerar la cretinada cuando alcanza con dejarse llevar por este demo a
dos guitarras, registrado allá por marzo de 1970. Tan lejos, tan cerca. Porque
al escucharlo parecen estar tocando ahora, acá al lado. En este martes nublado
e invernal, que solo se pone bueno cuando lo acompañamos a Dylan a ver al
Gitano. Vamos juntxs. Lxs invito.
lunes, 16 de julio de 2018
Música Cretina FMUniv #15
ESTO NO ES UN PROGRAMA
Lado A
"Tengo demasiado conmigo/ quisiera ser algún otro"
1.- Lone Justice, East of Eden
2.- Adicta, No te dejes caer (Los Brujos)
3.- Evan Dando c/Juliana Hatfield, My drug buddy
4.- Rita Lee, Amor e sexo
5.- Lee Perry, Dreadlocks in Moonlight
6.- Pixies, Born in Chicago (Nick Gravenites)
7.- El Cuarteto de Nos, Al cielo no
Lado B
"Padezco el síndrome del hombre vulgar/ nunca consigo
lo que quiero"
8.- Mission of Burma, That’s when I reach for my revolver
9.- Manos de Topo, Morir de celos
10.- Arnaldo Antunes, Invejoso
11.- Leandro y Los Ninjas, Vamos a trabajar
12.- American Music Club, I broke my promise
13.- Lisa Germano, You make me want to wear dresses
14.- Teophilo El Cancionero, Ella usó mi cabeza como un
revólver (Soda Stereo)
15.- Golden Smog, Love and mercy (Brian Wilson)
(Emisión Original: Música Cretina 2013 #17, 27-10-2013)
(Emisión Original: Música Cretina 2013 #17, 27-10-2013)
domingo, 15 de julio de 2018
Música Cretina FMUniv #14
7-7-2018
Lado A
"Hay un lugar al que quiero ir/ una chica a la que
quiero ver"
1.- Primal Scream, It’s alright it’s ok
2.- Polifemo, Vamos tranquilos
3.- Morrissey, Satellite of love (Lou Reed)
4.- Warren Zevon, Tenderness on the block
5.- Andrés Calamaro, Superlógico (Patricio Rey y Sus Redonditos
de Ricota)
6.- Chance The Rapper c/Childish Gambino, Favorite song
7.- The Shins, We will become silhouettes (The Postal
Service)
Lado B
"Contemplé cada movimiento/ o al menos lo intenté"
8.- Richard Lloyd, There she goes again
9.- Emicida, Samba do fim do mundo
10.- Gomez, Butch’s ballad
11.- Bob Dylan, Went to see the gypsy
12.- Buenos Muchachos, Sangre de Arachania
13.- Karen Dalton, Something on your mind
14.- The Replacements, Waitress in the sky
(Emisión Original: Música Cretina 2014 #10, 31-5-2014)
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