El amor como tortura/ es el único amor
Uno de los grupos Cretinos por excelencia sin dudas que son
los Cienfuegos. Por actitud, rock’n’roll y discoteca. Y por versos como el que
se puede leer acá arriba, que distan de ser verdades filosóficas pero que en el
arrebato del rock o de la vida parecen serlo o simplemente queremos que lo
sean. Y por eso los cantamos a voz en cuello en los recitales. El
tema en
cuestión es
El secreto del nombre, en el que Sergio Rotman nombra por primera
vez a Minderely, o sea quien hoy conocemos como Mimi Maura, el amor que le cambió
la vida,
bomba sobre mi destino/ Hiroshima espiritual. Está en el álbum debut
de Cienfuegos, un disco extraordinario, que abre todas las puertas y te deja pidiendo
más pogo, pero también más discos. Rock de mal viaje, de exorcismos, de sudor y
necesidad de vaciarlo todo, de olvidarlo todo. Siempre funcionó así para mí
cada show de Cienfuegos, que no se por qué me recuerda aquella frase de Henry
Rollins en Obras, cuando el estadio aprovechó un hueco entre sus temas para
vitorearlo y regalarle un “o-ohoh-o, rollins rollins” –o algo así-- y el tipo
puso cara de asco y dijo: “Todo muy lindo, pero yo tengo cosas para decir”, y
volvió a berrear su música. Eso es también Cienfuegos, y como dirían ellos al
leer esto: todo muy Cretino, sí, pero tenemos cosas para decir. O sea que vamos
al punto, que sería que increíblemente el grupo se junta en unos días, a doce
años de su último show y por única vez, para un recital en Groove el 6 de abril
que se agotó y entonces sumaron otro, el día 5. Buscando entre los últimos
Música Cretina encontré
este no-programa donde
suena
El secreto del nombre apenas arranca el Lado A, para compartir con ustedes.
Además, es una emisión llena de clásicos, ¡no saben lo que es la
foto de los
discos! Y como el año pasado hubo momentos de sobredosis, no se lo escuchó online
como se lo merece, así que bienvenida esta nueva oportunidad. Hagan play y
Cienfuegos aparece enseguida, justo después de los Texas Tornados y después que
siga la fiesta. Confieso en que hubo una época en que me tuve que prohibir
programar Cienfuegos, porque siempre había un momento en que me venía a la
cabeza alguno de sus temas como perfecto para hacer que una lista de temas siga
fluyendo. Son de mis preferidos, y para probarlo acompaña estas líneas la que
creo que debe haber sido una de sus primeras notas, en uno de los primeros
números de la Inrocks –el numero 6, de diciembre del 1996--, firmada por este
servidor, y con foto de Nora Lezano. “Romanticismo agreta y angustia rocker”,
escribo por ahí. Aguante Cienfuegos, qué tanto. Nos veremos en Groove, espero.
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