lunes, 21 de noviembre de 2022

Música Cretina 2022 #3

ESTO NO ES UN PROGRAMA

13-11-2022

Lado A
 
“¿Me respetaste por lo que hice o por lo que no hice?”

1.- Chrissie Hynde, In the summertime (Bob Dylan)
2.- Sol Bassa, Tengo cuarenta millones (Moris)
3.- Crystal Murray, Hot mess
4.- Durand Jones & The Indications, Morning in América
5.- Dan Boadi, Odo agya me awereho
6.- Aurita y Su Conjunto, Lamento de sirena
7.- Malik Djoudi c/Lala &ce, Point sensible
8.- Pablo Malaurie, Enfriamiento global

Lado B

“Los ángeles son los mejores demonios”

9.- Nikki Sudden, The ballad of Johnny and Marianne
10.- Adrian Quesada c/Angelica García, Ídolo
11.- The Creators, Drafted, volunteered and enlisted
12.- Arquero, 4 días
13.- Leyla McCalla, Artibonite
14.- Volta Jazz, Bi kameleou 
15.- Jonathan Richman, When she is walking up the street towards me
16.- DePedro c/Coque Malla, Déjalo ir

sábado, 19 de noviembre de 2022

Aurita y Su Conjunto, "Lamento de sirena"

Ay llorá llorá acordeón/ en manos de la sirena

Se las presento: la chica de la foto --de la tapa del disco, o sea-- se llama Aurita Castillo, y si su voz es una de las más particulares del nuevo Música Cretina es por lo que se evidencia en la imagen: es una nena. O lo era: tenía apenas seis años no sólo cuando se tomó esta foto, sino que --si es verdad lo que asegura la leyenda-- también era su edad cuando grabó los discos por los que, medio siglo más tarde, sigue siendo recordada. Son solo dos, originalmente titulados Festival con Aurita volumen uno y volumen dos, grabados en Medellín a mediados de la década del ’60, y editados por la casa discográfica esencial de la música colombiana, una suerte de Motown de la cumbia: Discos Fuentes. En los últimos años, gran parte del catálogo aparentemente interminable de Fuentes ha comenzado a ser licenciado y reeditado en diversas partes del mundo, ya sea en España por Vampisoul (un sello que reedito, por ejemplo, al grupo uruguayo Totem) como en los últimos años en los Estados Unidos, y yo di con la obra de Aurita gracias a la reedición de la foto, que realizó un sello de Chicago llamado Mississippi Records. Un año atrás, su lanzamiento en vinilo (que ya está agotado) propició algunas notas, y en todas ellas se destaca el hecho de que nadie ha sabido nada sobre Aurita luego que decidió salirse del mundo de la música. Lo que se sabe es que, diez años despues de aquellas grabaciones originales, Fuentes reeditó esos discos, y después no hubo noticias. De hecho, en alguna de los artículos publicados para la reedición de Mississippi aparece algún especialista diciendo que durante mucho tiempo sospechó que la existencia Aurita podría haber sido un invento de la discográfica, algo que no hubiese sido nada extraño (y que es inevitable sospechar, ya que la voz de las grabaciones suena llamativamente decidida y firme). Pero no: parece que Aurita realmente existió, y un par de veces en las redes han aparecido comentarios de alguien que asegura ser su pariente, diciendo que Aurita sigue viva y le gusta que su música se siga escuchando, pero cuando a esos posteadores se les pide mas precisiones se llaman a silencio. Asi que Aurita sigue siendo un misterio, hasta ahora nadie la pudo encontrar como para poder escuchar su historia. Y aquellas grabaciones originales, que tienen forma tangible, también lo son, porque siguen resultando mágicas, como la versión que hace Aurita y Su Conjunto de Lamento de sirena, un tema firmado por Olga Zapata e Ignacio Paredes, sobre una pobre sirena engañada por un pescador que llega hasta su isla a cantarle su amor, pero que en tierra la engaña. Por eso es tan triste su cantar/ que el plamar guarda su pena. Vaya uno a saber lo que aquella niña podía pensar del tema que le hacían cantar, pero gracias a la magia de la música grabada lo sigue cantando y cantando, y no nos queda otra que brindar por eso. Porque con música cualquier pena se transita al menos un poco más facilmente. Y a esta altura supongo que ya lo saben: si esa Música es Cretina, mucho mejor. 

viernes, 18 de noviembre de 2022

Sol Bassa, "Tengo 40 millones" (Moris)

¿Querés ver el infierno?/ Está aquí en Maipú al 400

Desde el mismísimo infierno de uno de los rockitos mas furiosos y desalmados que nos supo regalar nuestro primer rock nacional es que Sol Bassa casi que vuelve a abrir el nuevo Música Cretina asomó al comienzo de esta pegajosa semana. Después la apertura propiamente dicha con Hynde haciendo a Dylan aparece esta deliciosa pelirroja haciendo a Moris, completando un hermoso uno-dos, un truco y quiero retruco que sube la apuesta con una version sorprendente, llena de slide y guiños a Johnny Winter. En realidad, explica Bassa, la niña fanática de Los Rodríguez que entonces era quedó prendada del tema recién después de escuchar la versión que Ariel Rot hace en su disco acústico, el que acompañó la salida de Lo siento, Frank. Pero no vayan a pesar que reniega del maestro, eh. Ahí la pueden escuchar en el flamante cover que los Decadentes perpetraron de un De nada sirve, que sigue y seguirá funcionando como el himno nacional del rock idem. Pero volvamos este Tengo 40 millones que engalana el nuevo no-programa, que Sol grabó para un homenaje de aquellos comienzos heroicos bautizado Aquí, allá y en todas partes, que comandó Juan Ravioli. Fue él quien le pidió eque se eligiese un tema de Moris a Bassa, la gran blusera del rock local del nuevo siglo, una chica de Coghlan que siempre recuerda que tuvo su primera guitarra a los 14 años: la compró en Antigua Casa Nuñez por 250 pesos. Su compañera de colegio fue la hija de Litto Nebbia, así que en algún acto escolar se apareció el gran Gato y hasta ella recuerda haberlo visto tocar algún tema. Contó en alguna entrevista que cuando sus amigas del secundario les mentían a sus madres para poderse escapar al baile, ella hacía lo mismo pero para irse a La Boca para ir a ver blues al Samovar de Rasputín. Históricos como Pajarito Zaguri o Ciro Fogliatta la bendijeron, y su crecimiento se pudo observar en publico disco a disco, desde el iniciático e instrumental Dedos negros (2016), hasta el extraordinario Océano rojo que sacó este año, y que tiene varios temas que tendrán futuro cretino, ya lo voy adelantando. Pero ahora es el turno de los 40 millones, las 20 mujeres leones, de esa pequeña rocker llamada Sol, de este nuevo no-programa que pide pista en este miércoles de una primavera que ya es verano, y nos promete una y otra vez el infierno. Del que ya sabemos la dirección, y que está lleno de música. Siempre cretina, como debe ser. 


lunes, 14 de noviembre de 2022

Chrissie Hynde, In the summertime (Bob Dylan)

¿Perdí mi cabeza cuando intenté deshacerme/ de todo lo que ves?

Hay un nuevo Música Cretina, y abre con el tema que contiene este verso, y la verdad hace tanto tiempo que no hacía un nuevo no-programa que podría recitar yo esas líneas, esa pregunta, ese arrepentimiento en este camino de regreso. No es posible deshacerse tan fácil de lo que alcanzan a ver --y nos cuentan-- las canciones, y tenemos la suerte de que así sea. No hablaba de eso Bob seguramente al componer este tema, pero tal vez sí, quién sabe de lo que habla Dylan en sus canciones... ¡o de lo que NO habla! Pero creo que sí se refería a eso, o a algo parecido a eso, Chrissie Hynde cuando hizo la version con la que abre esta flamante entrega Cretina, In the summertime, que grabó durante la pandemia y también abre su disco de versiones de Dylan, Standing in the doorway, que terminó apareciendo el año pasado. Leo por ahí que la Hynde cuenta que lo que la sacó de su letargo apenas arrancó el confinamiento fue cuando apareció en las redes esa obra maestra dylaniana cuasi-proustiana, magdalena de nombres y canciones, que fue Murder must foul, una saga de 17 minutos que dejó al mundo de la musica deslumbrado, y que terminó cerrando el celebrado Rough and rowdy ways, hasta ahora el último disco del buen Bob. Chrissie cuenta que pensó que si a los 80 años su amigo Bob estaba sacando su mejor obra, ella tenía algo que aprender. Y para cuando apareció el siguiente de esos temas epifánicos, I contain multitudes, ya estaba embarcada en reaprender todo lo que sabía de Dylan comenzando lo que se terminó llamando y subiendo online como Dylan Lockdown Series, que encaró con el guitarrista de su grupo, James Walbourne. Mensajes de audio van, mensajes de audio vienen, entra en escena el productor Tchad Blake desde su hogar en Gales, y de pronto ya tenemos un disco. Y de pronto, puedo decir yo, ya tenemos un nuevo Música Cretina. Se supone que estamos en primavera pero aca nos pueden ver, lunes de frío y tormenta. Era verano cuando estabas conmigo, canta Dylan hablando de lo que hablaba en su época religiosa, y Hynde más de cuatro décadas después canta lo mismo, pero refiriéndose a Dylan y sus canciones, qué duda cabe. Y ahora que tenemos un nuevo no-programa, ¿dónde está el verano? Ok, ya se, una golondrina y coso. Para el próximo, entonces, espero que estemos usando bronceador. Mientras tanto, ya lo saben, lunes y lluvia se atraviesan mucho mejor con música. Y si es Cretina, mejor. 

(Ah, la foto es de cuando Dylan pasó por Londres presentando Infidels, en 1984, y Chrissie subió al escenario como invitada. El tercero en cuestión es nada menos que Mick Taylor)