Como tantos otros discos, éste se lo debo a Alfredo Rosso.
Es el segundo –o tercero, o cuarto, las vidas de los músicos de Los Angeles
tienen demasiados comienzos—de Warren Zevon, el cachetón nerd de la foto de
tapa. La verdad es que Zevon está realmente irreconocible en la portada del
disco que lo hizo famoso, que siempre fue el disco mas vendido de su carrera.
"Es el mejor disco de rock norteamericano desde Born to run de Springsteen,
Zuma de Neil Young y The pretender de Jackson Browne", escribió Paul
Nelson en la Rolling Stone cuando salió. Pero teniendo en cuenta los gustos del
buen Nelson, habría que corregir la declaración destacando que habla del rock
blanco norteamericano. Cuando lo compré en Tabú, en una edición local que por
acá supongo debió pasar desapercibida (es del 78, año de la fiebre disco),
durante muchos años fue un álbum con el que no pude presumir ante nadie. Porque
nadie lo conocía. Hasta que empecé a colaborar en Radar, y conocí a Rodrigo
Fresán, y también a Juan Forn, que directamente me llamaba Warren, porque
aseguraba que me parecía. Llegué incluso a escribir un largo perfil suyo que me
pidió Alan Pauls cuando era editor de la revista Página/30 y la habia hecho temática:
mi nota de Zevon formó parte de un numero dedicado a la letra Z. Romántico
estoico, borracho ilustrado, Zevon es un admirable compositor de canciones,
capaz de una feroz ironía, pero también de una sensibilidad honesta, nunca
sensiblera. El de las canciones de amor de sincero arrepentimiento, pero
también de un thelmaylouisismo terminal, yendo hacia el abismo con una sonrisa
en el rostro. El tema que nos convoca, el que suena en uno de los últimos
Musica Cretina rescatados para la FM Universidad de La Plata, se llama
Tenderness on the block: ternura en la cuadra, digamos. Es un gran tema al piano,
una suerte de She’s leaving home pero californiano. No le preguntes
cuándo va a volver/ y cuando esté en casa no le preguntes dónde estuvo,
canta Warren, y no hay drama acá, simplemente hay empatía, tanto por los padres
como por ella, que tiene un novio que la espera y, sí, tal vez no esté
preparada. Pero no la podes detener, mi viejo: con los ojos abiertos va a enfrentarse
al mundo. Sé cuánto duele verla irse/ pero tiene sus propias ideas/ Ya
está grande/ y tiene a un chico esperándola. Warren la escribió con
Jackson Browne, otro joven sabio de los 70. Tal vez no sea el tema del disco
que hoy elegiria para un dia y un tiempo como el que vivimos (Lawyers, guns and
money tiene todos los boletos), pero este mediodía de jueves merece otra
oportunidad. Y un poco de sol, qué tanto.
(Así como vamos recuperando no-programas para la FM de Universidad de La Plata, algunos post tambien se recuperan. Este es un remix de un post anterior de Música Cretina. El que avisa no es traidor)
(Así como vamos recuperando no-programas para la FM de Universidad de La Plata, algunos post tambien se recuperan. Este es un remix de un post anterior de Música Cretina. El que avisa no es traidor)
Que lindo leer esto!!!
ResponderEliminarWarren siempre fue un border. En al año 96 pedi por encargo este disco. Era, y soy, muy fan de Jackson, y sabiendo que le habia producido este disco lo encargue. Reconozco que las primeras escuchas no fueron faciles. Era otra epoca, nos dabamos tiempo para asimilar las canciones. Lo termine amando...
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