Mi madre me dijo/ quedate lejos del otro mundo/ sos una buena y pura chica cristiana
Arranca con el repiqueteo de un solitario bajo con mucha
onda, y con un piano malvado entra la filosa voz de Ida María, y ya estoy
entregado. Boogie con el alma del diablo es el tema que abre el
nuevo EP de una noruega llamada Ida Maria Silverstein, pero que se presenta
artisticamente sólo con sus dos nombres, algo muy apropiado aunque seguramente
desconocerá todo lo que implican en castellano. Pero sí que le calzan bien,
porque María siempre se deja ir en sus mejores temas. Eso fue lo que me llamó
la atención a comienzos del 2010, cuando la incluí en la ya habitual lista de
descubrimientos del año que preparo para Radar, y seguro que por esa misma
razón más de un periodista anglosajón la incluyó en las listas que siempre uso
de referencia, harto –escribía entonces-- de tanta melancolía femenina bien
marketineada. La acompañaba en aquella lista The Avett Brothers, Kid Cudi y
Miike Snow, entre otros, y parece que después de un disco más la muchacha se
quedó en silencio, hasta Accidental Happiness, el flamante EP de
donde sale esta canción. Acompañado por apenas seis temas con títulos como
Ultimo vicio, Malas noticias o 69, parece que el disco hace honor al largo
parate, generado por el tiempo pasado en una clínica de rehabilitación.
Bienvenida María, entonces, nuestra Ida preferida. Porque ese bajo, ese piano y
esa voz son ideales para levantar un miércoles de frío y sol, e ideales también
para abrir el Lado B del Música Cretina de esta semana, al que aún le falta
para tener que irse.
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