Cuando se despertó/ El mar estaba calmo/ Y otro día pasó como un sueño
Si, si, ya se. Hay un nuevo disco de Mozz y todo eso. Pero a
mí me gusta Vauxhall and I, y –ya que hablamos de excusas nomás— justo lo
acaban de reeditar. Y debe haber quedado satisfecho Morrissey, porque al menos
no le sacó ningún tema, como hizo con reediciones anteriores. Me acuerdo que,
allá lejos y hace tiempo, antes de que saliera el album original me conseguí un
cassette (!) de adelanto en la discográfica, y armé una nota con eso para el
suple No. Todo era una nota entonces. Había que facturar. No recuerdo qué fue
lo que escribí, apenas tengo memoria que me gustó de movida, pero espero
haberle hecho honor en el artículo al disco que hoy es considerado como una de
las cumbres de su carrera solista, y es uno de mis preferidos, después de Viva
Hate. “La paz llega al fin, como si estuviese esperando su oportunidad”,
escribe Morrissey en su autobiografía al hablar del disco con el que superó
tres traumáticas muertes sucesivas en su vida de entonces: la de su productor
Mick Ronson, la de su manager y del responsable de sus videos. Solo, pero al
menos bien escudado por su grupo, Vauxhall and I –escribe Mozz—“es un brazo
levantado, invitado a otros a unirse, aún cuando su cantante tiene sentimientos
imposibles de satisfacer”. Aunque tal vez sea el menos atractivo de sus temas, Guardavidas
durmiendo, chica ahogándose tiene un título irresistible, que es casi un cuento
corto en sí mismo. La voz cantante es algo así como un diablillo, que disculpa
al efebo dormilón por su descuido, hablándole en el sueño. Hace tiempo que lo
quería incluir en un no-programa, pero no fue fácil encontrarle un lugar. Pero
acá está, muy a gusto en el Lado B de un Música Cretina que ya está gastando
sus últimos cartuchos.
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