Desnudito vine al mundo/ un día de primavera/ Yo me desnudo contigo/ hasta el día en que me muera
Buen día, sábado. Buen día, fin de semana. Buen día,
Cretinos. Un sábado siempre es un día inútil, o el único día útil de toda la
semana, depende de cómo se lo mire. Pero, Mundial por medio, hoy es un día
particularmente vacío, porque a estas alturas lo único que nos importa es la
final del domingo, y todos estos días han estado de más. Yo nací/ donde mi
mare me parió, canta Kiko Veneno en medio del Lado A del no-programa de esta
semana, entre Lykke Li y Lee Fields, hermosos cretinos. Kiko es otro cretino
vitalicio, un genio para ser profundo sin dejar de ser sencillo, o viceversa.
Este blues, o cante jondo, es de un disco maldito, llamado Punta
Paloma. Es el disco con el que se despidió del éxito de esa obra maestra
llamada Échate un cantecito, que tomó a todo el mundo desprevenido,
especialmente a su casa discográfica. Kiko siempre se ha quejado del destrato
recibido antes y después de ese éxito –y durante, también—y el mejor ejemplo
fue la devolución del contrato luego del fallido Punta Paloma, apenas
dos discos después del Cantecito. Pero por suerte el buen Kiko ha
seguido haciendo canciones, ha seguido destilando su buen Veneno, e incluso
desde ese fallido disco azul, como aquel período de Picasso, llegan temas
inolvidables como este cadencioso Yo nací, que esconde versos
ideales para plantar bandera, para decir acá estoy, para anunciar que esto no
se termina, pase lo que pase. Pasen y escuchen. Y hasta mañana, entonces.
Porque el día de hoy esta de mas, pero también es indispensable. Como corresponde.
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