Cerámica por música. Esa fue la frase que utilizó la amiga-oyente
Paloma antes de invitarme a elegir alguna de sus cerámicas. Así que
el mediodía más soleado de estos feriados me pasé por su taller, donde fui
recibido de la mejor manera por su perra Bruna (¡Me golpeo el pecho a la altura
del corazón por vos, Bruna!). Tomamos mate en la terraza, hablando de cuentos y
cuencos, criticando las torres que crecían alrededor de su enorme y protectora palmera,
que Paloma aseguraba haber plantado apenas diez años atrás. Antes de irme elegí
esta hermosa pieza de su autoría, que estrené ese mismo día con un arroz con
atún y huevo. ¡Gracias Paloma! Ah, y quienes quieran tener sus propios cuencos
de Cerámicas García, vayan y curioseen por su página, que hay para todos los
gustos. Y espero, además, que el relato de semejante generosidad y propensión
al trueque estimule a otros oyentes de este no-programa. ¡Escucho ofertas!
la primer oferta es que hay descuentos en cuencos García para los amigos-oyentes de Música Cretina!
ResponderEliminary quiero agregar a este relato que la generosidad empezó con la música.