Sus ojos son hermosos/ como las estrellas
Son tiempos raros, extraños, dolorosos. Tiempos en los que parece que solo se puede pensar en lo que nos hace la vida rara, extraña, dolorosa. Pero es necesario que la vida siga, no se cómo, pero que siga. Una de las formas de que siga es seguir haciendo lo que nos permite, justamente, sentirnos vivos. Por estos días, cuando saludo a los amigos y conocidos que les toca cumplir años, lo que insisto es en que celebren. Hay que seguir celebrando, no hay que permitir que estos tiempos nos quiten también eso. Y hay que permitirse la música, qué tanto. Por eso déjenme seguir presentando a los que forman parte del último Música Cretina. El tipo de la foto se hace llamar Indio da Cuica, acusa 70 años, y es un personaje de la música popular brasileña desde hace más de medio siglo. Su nombre viene un instrumento de percusión muy particular, donde no hay que golpear el parche sino tirar de él, un clásico dentro del samba de Brasil y con el que Indio hace milagros. Por eso se convirtió en un personaje, llegando a girar por el mundo acompañando artistas como María Creuza, Alcione o Roberto Carlos, e incluso durante muchos años como parte de un espectáculo de variedades de Brasil en el que le tocaba hacer su gracia: tocar la cuica como nadie. Durante todo su tiempo de esplendor como artista popular, Indio fue acumulando un puñado de canciones propias que siempre soñó con grabar, un sueño que pensó que nunca se cumpliría cuando la edad y su cuerpo ya no le permitieron seguir ganándose la vida con la cuica, y se dedicó a pintar casas. Fue entonces cuando se cruzó en una calle de su Río de Janeiro natal con un fan del instrumento y por lo tanto de su arte, y le terminó contando ese sueño perdido. Responsable del site Cuiqueros, dedicado a la cuica, Paulinho Bicolor se juntó con Gabriel de Aquino, que había ganado un grammy por un rescate similar del sambista octogenario Martinho da Vila, y con Renato Godoy, que forma parte del sello independiente QTV, donde se reúne a lo mejor de la escena alternativa y experimental carioca, y juntos el año pasado hicieron realidad Malandro 5 estrelas, el maravilloso disco solista de Indio da Cuica, un milagro que suena como un disco de samba sin tiempo, donde su protagonista, por supuesto, demuestra su talento con su instrumento pero ademas presenta un repertorio propio que es nuevo y parece clásico. Un ejemplo de ese mundo mágico suena casi al comienzo de un no-programa al que todavía me gusta decirle nuevo, con un tema dedicado a la mujer que lo acompaña en la foto que ilustra estas líneas, Shirley, pareja de Indio desde hace más de 30 años. Suyos son, al decir del cantante, unos ojos que parecen estrellas. Algo que podemos enterarnos porque los sueños perdidos también se encuentran, y es posible llevarlos a cabo cuando más perdidos parecen. No se si eso quiere decir algo en estos tiempos en el que no podemos ver hermosura ni estrellas, pero prefiero no decir más y dejar que suene la música. Y si es cretina, mejor.
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