¿Qué se siente, Occidente?/ Aquí quemando puentes vinimos por vos
Lo confieso: no tengo espíritu navideño. Supongo que la culpa la tienen mis padres, que --como sus diferentes religiones les generaron tantos problemas a la hora de formar pareja-- eligieron criarnos sin permitir que ninguna ordene nuestras vidas. Una decisión que no hago más que agradecer cada vez que regreso a ella, pero que dejó a mi niñez sin pesebre, arbolito, Papá Noel y demases. Los regalos, eso sí, nunca faltaron. Pero también tengo claro que, a esta altura de mi vida, no puedo culpar a nadie por una costumbre (o ausencia de) que ya he adoptado como propia: la navidad no significa nada especial para mí, salvo en funcion de los demás. Los ritos tienen lo suyo, son narraciones destiladas, canciones solo con estribillo: son irresistibles, o sea. Por eso acá estoy, celebrando la inminencia de la navidark a mi manera, y en este caso es recordando que en el último Música Cretina --ya viene uno nuevo, a no desesperar-- hubo un estreno que es como un regalo de pompón rojo, barba blanca y jojojo. Nada menos que un adelanto exclusivo del próximo disco de Tüssi Dematteis, la voz cantante de la cretinísima banda montevideana La Hermana Menor, reconvertido a solista tardío, y que es quien canta el verso con el que arrancan estas lineas. Parecería hablar del tiempo que nos toca, pero en realidad lo que canta nuestro oriental se refiere a algún viaje a su occidente porteño de otras épocas, y la letra toda está llena de referencias al respecto. En la foto lo pueden ver al Tüssi disfrutando de otros veranos, los labios pintados: es una postal de Punta Rubia, una década atrás, cuando aún existía La Hermana Menor y mi vida estaba a punto de cambiar para siempre. Y aquí vamos otra vez. ¿Qué se siente? Que hay puentes quemándose, claro. Y que esa profecía que es mi maldición, la de un futuro oscuro pendulando entre Bastilla o Varsovia, toma hoy la forma --efímera, espero-- de un nuevo Versalles de influencers que no saben ni sonarse los mocos. Para que este mal sueño se termine antes de convertirse
en pesadilla recurrente es que invoco a la música. Vamos Tussi, es tiempo de que nos sigas cantando eso de que te dicen que, cuando hablás lento, tu acento se parece al de Jaime Roos. El muerto que parla, habla de vos, de mi, de todxs nosotrxs. Eso es lo que hacen las canciones. Es de lo que trata la música. Y si es cretina, mucho mejor.
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