jueves, 19 de marzo de 2020

Alberto Wolf & Los Terapeutas, "De tan libre"


Pensé en tantas cosas/ pensé en no pensar

Es de mañana en el último jueves de este verano del virus, y acá estamos, como dice el Mandrake, pensando en no pensar. Supongo —espero— que a esta altura ya lo conocen, pero por las dudas voy a volver a presentarlo: el Mandrake es Alberto Wolf, y no solo es uno de los grandes cantautores de ese pequeño aleph de la canción llamado Montevideo que aún no ha sido descubierto de este lado del charco, sino que incluso —tanto acompañado por su banda histórica Los Terapeutas como con una nueva bautizada Los Druidas— se ha terminado revelando como el mejor intérprete del rock uruguayo actual, a pesar de tantos productos exportables que insisten en usurpar semejante etiqueta. Pero no estoy hablando acá de actitud (algo que al Mandrake le sobra, digamos incluso que lo habita) ni de géneros musicales, sino —como siempre— de canciones, y entonces sí, hay que sacarse el sombrero y dejarse maravillar, entregarse a un repertorio que incluye una y otra y otra maravilla. Sí, el Mandrake es el que mejor escribió un tema de Jaime que no necesito escribir Jaime, Amor profundo, pero es dueño también de toda una corona de temas que lo instalan en el trono cuando hablamos de compositores de los últimos tiempos. De tan libre es uno de esos temas, una canción que se eleva y nos eleva, que arranca triste y se llena de vida y de deseo, hasta poder anunciar su libertad. ¿Libertad de que? Para empezar, la libertad de ese pensar y pensar, del asecho de —como canta el Mandrake— las aves de la noche. Cantaba entre los muertos/ triste y sin fe, es la frase con la que arranca el tema, y suena demasiado cercana y ominosa como para detenerse en ella, sólo les aseguro que apenas es el punto de partida para una canción decididamente festiva, capaz de terminar cantando —como solo lo puede hacer el Mandrake, realmente— el video de Wanda Nara/ me enviaste en un mail. Por eso es que desde acá lo celebramos como Cretino honorario hace ya tiempo, y los invito a hacer play y dejarlo sonar casi en el comienzo del último Rescate de Verano 2020 de este bendito no-programa capaz de hacer disfrutable —al menos mientras dure ese play— este tiempo suspendido. Ya no pienso en más nada/ y sólo miro el reloj/ estoy ansioso que renazcas/ te extraño tanto, canta el Mandrake, canto yo y cantemos todos, y permitamos que la música nos salve. Y si es Cretina, mejor.

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