Aún sigo recordando cada vez que puedo la generosidad que
tuvo en su momento Jorge Drexler, que cuando por primera se le abrieron las
puertas de un teatro de la avenida Corrientes porteña, en la gira de prensa
previa se dedicó a hablar una y otra vez del Darno y Cabrera, a los que
consideraba sus referentes. Así que de la misma manera me saco el sombrero dos
veces ante La Vela Puerca, que no sólo invitaron este fin de semana para tocar
junto a ellos en su shows en el Luna a dos próceres del rock uruguayo post
dictadura –y seguramente sus referentes-- como Peluffo y Casanova, nada menos
que los cantantes de Los Estómagos (y Los Buitres) y Los Traidores, sino que
también se trajeron como grupo soporte para cada una de las fechas a dos
artistas que son de lo mejor que hoy está sonando del otro lado del charco: Riki
Musso y Eté & Los Problems. Dos abonados a Música Cretina, justo es
decirlo. El viernes mis obligaciones laborales no me permitieron asistir al
show de Riki, pero ahí estuvimos el sábado para cantar las canciones del Eté,
como corresponde. Su educado público apenas si le dedicó un único impaciente “Vamos
la vela” durante su media hora de show –Riki nos contó que la noche anterior se
la habían cantado unas cuatro veces--, y Tabárez asumió el compromiso con una
presencia contundente, como es su costumbre. La rompió, bah. Fue emocionante
escuchar en semejante escenario las canciones que tantas veces hemos escuchado
en lugares mucho más íntimos. Debió de estar un poquito emocionado él también,
hay que decirlo. Al menos fueron dos las veces que comentó en escena que tocar
en el Luna era algo especial. Y si, lo fue. Como también son especiales los de
La Vela, tipos que no se olvidan de su historia. Y a los que les sigue gustando
la música como a los que la disfrutamos desde debajo del escenario, lo que no
es poco. Chapeau, muchachos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario