Sabés leer mi mente y pronto vas a estar ahí/ esperándome en el auto para escapar
Veinte años atrás, un pibe con carita regordeta aparecía
entre los discos. Era un canadiense llamado Ron Sexsmith, y componía canciones
sin tiempo. Deslumbró en su momento a Paul McCartney, Elvis Costello y también
a Rodrigo Fresán, que supo escribir una y otra vez de sus canciones. Los
cachetes de Ron fueron creciendo, y también sus discos en el estante, hasta que
dejaron de importar. No recuerdo exactamente cuando pasó eso, pero seguramente
habrá sido desde que, primero, fue difícil conseguirlos y seguirle la pista. Y
después, cuando fue tan fácil conseguir todo, que ya no nos acordábamos de él.
Pero Ron Sexsmith nunca se fue, y Carousel One, su flamante disco
número 13, parece ser un punto alto en su carrera. Al menos, Ron por primera
vez está sonriendo desde la portada. ¿Te acordás cuando el ciclo del cantautor
casi me destruye?/ Vos lo viste escrito en mi rostro/ e instintivamente fuiste
a buscar el auto/ y me sacaste de ahí, canta Ron en un rockito que
homenajea orgullosamente el sonido clásico del género en los años 50, cierra
orgullosamente el Lado A del no-programa de esta semana, y sirve para
musicalizar este viernes que ni empezó y ya quiere escapar. Vayámonos lejos de este lugar/ veámoslo desaparecer en
el espejo retrovisor. Feliz viernes cretino.
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