Vayan por la guía, sigan como ven/ ir para doblar, volver a coser
“Estoy aprendiendo los acordes de Jordan”, fue lo primero
que me dijo Riki Musso cuando lo llamé para hacerle la nota que le debía, que
salió en Radar, con la excusa de que se venía para tocar con La Vela Puerca en
el Luna. En realidad, era una nota que me debía, porque su disco fue uno de los
que más disfruté escuchar el año pasado. Lo volví a escuchar antes de llamarlo,
después de un tiempo de dejarlo a un lado para no gastarlo, y me volvió a
sorprender y a entusiasmar como la primera vez. Esa primera vez fue algo así
como una emboscada: llegué a casa después trabajar en Diario del Futuro, de madrugada,
y me estaban esperando en casa Ana y el Eté, incendiados con el disco que Riki
acababa de poner online. Sólo quería terminar mi día, pero me sentaron y me
obligaron a escucharlo, y tema a tema terminé tan incendiado como ellos. Después
del show del Eté, al que se sumó para tocar la guitarra en Jordan, nos cruzamos
con Riki en el amplio backstage del Luna mientras afuera la rompía La Vela, y
nos contó que extrañaba a su tortuga --que sólo acepta alimento del ornato público montevideano—pero igual tenía que quedarse un día más de promoción en
Buenos Aires, ya que le habían programado un par de notas por la edición argentina del disco. Estaba sorprendido
Riki por los lugares donde lo estaban llegando. “Me llevaron a un programa de
televisión donde el conductor no paraba de hablar y me abrazaba emocionado... ¡aunque
no me conocía! Pero a mí a duro no me vas a ganar, aunque no tome nada. Así que
lo abrazaba más fuerte y me emocionaba mas”. Algo así es ¡Formidable!, un álbum al que no se le puede ganar en nada, que sorprende y fascina, y que va más allá
de la emoción, la desarma por el absurdo, y al mismo tiempo la abraza sin saber
muy bien por qué. Como sucede con este rocker y psicodélico homenaje a Sánchez,
el overlockista, resuena su nombre en la industria, garante de la baja costura,
leyenda de la collareta. Un prócer, pero de acá a la vuelta. Lo que no es poco.
Como Riki, el del Cuarteto de Él. Que suena cerrando el Lado A del Música
cretina de esta semana. Y también en la mañana del martes de una semana que
prometió ser fría y soleada. Y lo está cumpliendo.
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