miércoles, 24 de octubre de 2012

Música Cretina 2012 #25


ESTO NO ES UN PROGRAMA

20-10-2012

Lado A

Ya no estás solo/ estamos todos en naufragar

1.- The Mountain Goats, Trascendental youth
2.- Nando Reis, Sangue latino (Secos & Molhados)
3.- Simone Felice, Ballad of Sharon Tate
4.- Martina Topley-Bird, Mark Lanegan & Warpaint, Crystalized (The xx)
5.- Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota, Canción para naufragios
6.- The Doors, The crystal ship

Lado B

Quiero un pony/ y una torta de cumpleaños

7.- Corin Tucker Band, Tiptoe
8.- Rosario Bléfari, Estaciones
9.- Paul Westerberg, My road now
10.- Beth Orton, Dawn chorus
11.- Estelares, Feliz
12.- Eels, 3 speed
13.- Antonio Birabent, Juntos a la par (Pappo)

Link de descarga:
http://www.mediafire.com/?3aigptghrrsoh7w

lunes, 22 de octubre de 2012

Estelares, "Feliz"


En un principio la canción se llamaba Sofía, pero como en el disco ya había una con nombre de mujer, pasó a llamarse Feliz. This is my job, no soy de nadie, cuenta su protagonista, una prostituta que se sienta a cenar frente a un cantante dispuesto a escucharla para hacer luego una canción con sus confesiones. Qué hermosa mujer en la cornisa, canta Manuel Moretti, el líder de Estelares. Describe a una mujer imaginaria, que saca franceses de su cartera y confiesa que un tiempo atrás solía castigarse. Ahora mirame. Ves: soy una reina, dice Sofía en la voz de Moretti, que por un momento parece caer en la trampa más condescendiente del que escribe desde los márgenes: darse por satisfecho con retratar el vacío ajeno. Pero hay un verso que saca a la canción de su cómoda guarida de “otra de prostitutas”, retrato al natural de una mujer que trabaja en el oficio más viejo del mundo: es la línea en que la Sofía de Moretti recuerda que sólo una vez, lejos de acá, se despertó mejor. Pero no me atreví: ¿que garantías tenía de ser feliz?, confiesa la mujer, y su pregunta excede flagrantemente a su personaje para abarcar casi todo un disco. Ardimos –tercer opus del grupo– retrata un mundo en el que nadie tiene ninguna garantía de nada. Y mucho menos de ser feliz.
.........
¿Llueve? Entonces Feliz. Suena perfecto en una mañana de lluvia. Y también en el Música Cretina de esta semana. El párrafo de acá arriba es el comienzo de una notita que conseguí escribir en Radar cuando --por fin-- salió el demoradísimo tercer disco de Estelares. Por entonces nadie les daba mucha bola. Salvo los fans de siempre, claro. Hago cuentas: fue hace casi... ¡diez años! Hay que joderse...

domingo, 21 de octubre de 2012

Paul Westerberg, "My road now"



Todo lo que siempre quisiste era ser valiente/ Así los pibes no podían llamarte “gallina”

No sé si es el tema indicado para un mediodía soleado de domingo, y mucho menos un día de la madre. Pero cada vez que lo escucho no puedo evitar que se me ponga la piel de gallina con una sonrisa, y no conozco mejor manera de empezar mi día, cualquiera que sea. La reacción, tengo que confesar, no sólo es por el tema en sí, sino por venir de quién viene. Desde hace mucho tiempo que, salvo un par de bandas de sonido y un tema compuesto para Glen Campbell, no teníamos la suerte de escuchar nada nuevo de Paul Westerberg. Pero el pasado 21 de septiembre, sin ningún aviso previo, el buen Paul le hizo llegar este tema inédito a la fan que dirige www.paulwesterberg.net para que lo ponga gratis online, y a partir de ese posteo empezó a reproducirse por internet. Con aire a las mejores baladas al piano de Replacements, como por ejemplo –amén—Androgynous, se trata del mejor Westerberg, vivito y coleando, puteando al comienzo por un falso comienzo y celebrando al final del tema que salió bien en la primera toma. La mejor noticia, seguro que sí, para empezar el día, para un domingo soleado, para --¿por qué no?-- un día de la madre. Y también para el Música Cretina de este fin de semana, donde suena (sin ese comienzo falso, disculpen ustedes) casi al comienzo del Lado B.  

domingo, 14 de octubre de 2012

Steve Forbert, "Cellophane city"



Porque es una ciudad de celofán, y todos saben/ No hay secretos, ninguno/ Así es como es/ Ciudad de celofán, intentá todo lo que quieras/ No hay secretos, ninguno/ Está todo a la vista

Buen día, día de sol. Un domingo ideal para el título de este tema algo olvidado de Almendra –está casi afuera del canon, es de El valle interior--, y también para recordar este tema de Steve Forbert, aunque tenga un espíritu más bien nocturno. La primera vez que escuché hablar de Forbert fue, justamente, con este tema. No sabía que había sido considerado –como tantos otros en los setenta—el nuevo Dylan, o que era apto para encabezar una versión norteamericana de la new wave inglesa, como señala Bill Flanagan en las excelentes liner notes del indispensable What kinda guy?, the best of Steve Forbert, citadas profusamente en una nota que publiqué en Radar hace ya demasiado tiempo. No sabía nada de lo que escribí en esa nota, digamos. Lo único que sabía es que ese tema abría con un particularísimo fade in, y se iba de golpe, dos cualidades indispensables para sobresalir en la radio (y que mientras duraba no podías dejar de mover la patita, claro).

jueves, 11 de octubre de 2012

Música Cretina 2012 #24


ESTO NO ES UN PROGRAMA

7-10-2012

Lado A

No juegues conmigo/ porque estás jugando con fuego

1.- Quasi, The poisoned well
2.- Los Tres, De hacerse se va a hacer
3.- Ed Harcourt, She fell into my arms
4.- Los Lobos, Saint behind the glass
5.- Fabiana Cantilo, Amo lo extraño
6.- Rickie Lee Jones, Play with fire (The Rolling Stones)
7.- Babasónicos, Lajotapé

Lado B

Mira la gente/ compra helados de cualquier sabor

8.- Lyle Lovett, Here I am
9.- Los Campos Magnéticos, No me quiero olvidar de vos (The Magnetic Fields)
10.- Jimi Tenor, Spell
11.- Rubén Blades, Ollie’s doo-wop
12.- Café Tacuba, Mediodía
13.- Steve Forbert, Cellophane city

Link de descarga:
http://www.mediafire.com/?uah8meqq2p5gby8

miércoles, 10 de octubre de 2012

Lyle Lovett - "Here I am"



Hola/ Soy el tipo que está sentado a tu lado/ Y lee el periódico por encima de tu hombro/ Esperá/ No pases la página/ Todavía no terminé/ La vida es/ tan incierta

Cínico y arrebatado a la vez. Ese es Lyle Lovett. Un cretino perfecto. Aunque muchos ya se lo deben haber olvidado, amo y sigo amando a Lovett desde hace tiempo, desde que lo percibí como el Randy Newman del nuevo country. Hace poco sacó un nuevo disco, un álbum de covers buscando liberarse de un contrato con una discográfica. No se pintó “esclavo” en la cara, como Prince cuando peleaba con Warner, pero el disco se llama Release me –que en términos discográficos significa edítenme, pero también libérenme--, y en la portada aparece atado de pies a cabeza, como un personaje de un dibujo animado. No sucedió demasiado con el disco. Pero los que lo amamos, lo hacemos a partir de esa obra maestra que es Joshua judges Ruth (1992), que aún hoy cada vez que lo escucho me deja sin aliento. Es el disco al que volver, el que hay que poner cada vez que uno siente que tal vez sea justificable esa intrascendencia en la que se perdió su nombre, mucho después de su romance con Julia Roberts, y su aparición en las películas de Altman, algo que sucedió justo después de ese discazo. Ahí fue cuando Lyle entró brevemente en el mundo del espectáculo, lamentablemente a partir de sus curiosos rasgos, el novio raro de la Roberts, La bestia de la bella. De hecho, mi primer nota para Página/12 fue un perfil de Lyle Lovett que escribí para el No, pero terminó saliendo en espectáculos, culpa de Julia, cuándo no. Pasaron 20 años (!!!!!!) de Joshua, a partir del que algunos llegamos a ir también un poco más atrás, hasta Pontiac (1987), que tiene el seudo cuento corto carveriano que titula el disco, o el Lyle Lovett and his Large Band (1989), de donde sale este Here I am, que abre con contundencia el Lado B del Música Cretina de esta semana. Y sirve para arrancar cualquier día con una sonrisa en el rostro, además.  

martes, 2 de octubre de 2012

Un sábado con Robyn

Para Robyn Hitchcock el tiempo no corre siempre al mismo tiempo. A veces se acelera, a veces se detiene. Creo que lo comentó más de una vez en una pizzería de Caballito, cuando habíamos terminado con la larga Expedición Tranvía bajo el murmullo de “caféeeee... caféeeee”, como zombies pidiendo cerebros, al promediar un sábado que –por suerte—casi se había detenido y que no iba a terminarse jamás. De hecho, apenas nos sentamos en La Argentinatta (así se llamaba el lugar, créase o no), en vez de pedir volver a su hotel, Robyn dijo: “Hagamos de esto una comida”. Y se puso cómodo, mientras intentaba descifrar la carta, que prometía algo como “haga su propio wok”. “Wok like an egyptian”, dijo alguien, y Robyn no pudo reprimir una carcajada. Sin dejar de llenarse la boca con palabras como berenjena o zanahoria, difíciles de pronunciar para un angloparlante. Sonaba Oasis, y Robyn explicó que su música es como algunas de las canciones infantiles de Los Beatles. Los chicos cantan Submarino Amarillo, y también Wonderwall. No se si fue Horacio o Hans el que mencionó a Coldplay y Robyn confesó que no los consideraba música. Dijo que no entendía cómo un grupo musical se podía llamar de esa manera. Cold (Frío) y Play (Tocar) no pueden estar asociados y dar como resultado algo bueno, al menos en la música. “¿Es que nadie se da cuenta? “, se preguntó, divertido, sin dejar de inspeccionar el menú.