viernes, 11 de diciembre de 2020
Ayalew Mesfin, "Che belew"
Se los presento: el tipo de la foto se llama Ayalew Mesfin, es uno de los grandes ídolos musicales de Etiopía, y uno de sus temas inaugura gloriosamente el flamante Música Cretina estrenado esta semana y del que aún casi no hemos hablado por acá. Si se lo ve contento en esta foto más o menos contemporánea --con fondo verde, como no podía ser de otra manera en honor a la euforia de estos días--, es porque en el regurgitar permanente que el nuevo siglo hace de la música del siglo anterior finalmente le ha tocado su turno, y su trabajo acaba de ser reeditado por primera vez como corresponde. Aquella docena de simples con los que le puso su sello al etio-funk de Addis-Abebba durante la segunda mitad de la década del setenta hoy completan una lujosa caja de cinco vinilos anunciada como su obra completa. Junto con su Black Lion Band, Mesfin desplegó lo mejor de su obra justo luego del golpe de 1974 que puso al mando de un país milenario, orgulloso de nunca haber sido conquistado, una junta militar comunista que gobernó con mano de hierro hasta la segunda mitad de la década siguiente. Fueron dos años, entre 1975 y 1977, en que la banda de los Leones Negros sacaron un simple tras otro, cuyas letras parecían referirse al amor pero en realidad hablaban de política, ¿les suena? Canción de un felino en el país. Pero finalmente Mesfin quiso dejarlo todo dicho, y preparó un cassette con temas cuyas letras no escondían nada, su propio “rompan todo”, que planeaba repartir gratuitamente para luego dejar el país. No pudo ser: lo delataron, terminó preso y torturado, y tres meses más tarde, cuando recuperó su libertad, su música fue prohibida durante el resto de lo que duró el régimen. Vigilado de cerca por sus captores, Mesfin nunca dejó Etiopía, a diferencia de muchos de sus colegas. Cuando finalmente pudo volver a cantar en público, en los años 90, descubrió que sus fans no lo habían olvidado, y realizó un par de giras antes de mudarse, ahora sí, a los Estados Unidos. Allí descubrió que es verdad lo que decían otros exiliados, que la música moría fuera de su tierra, como un pez fuera del agua. Habia que ganarse el mango, y era difícil reclutar a sus músicos, después de todo. Durante todo ese tiempo, apenas un puñado de temas de Mesfin fueron rescatados por las legendarias e indispensables antologías francesas Ethiopiques, pero un par de años atrás finalmente su música se ganó una compilación propia. Y ahora le llega el turno a esta antología de cinco discos, uno de los cuales lleva el nombre que me hechizó al punto de elegir al tema que lo bautiza para iniciar este nuevo no-programa, que confío que no sea el último del año, que aún quede uno más antes de despedir a un 2020 que nunca llegó, un año terminado en cero que por primera vez ninguna década, ni la que se va ni la que viene, querrán reclamar como propio. Pero volviendo a este Música Cretina, y al buen Ayalew Mesfin, ¿cómo resistirse a un tema titulado Che Belew? Según leo por ahí, en etíope quiere decir “marchar hacia adelante”, pero para mí es simplemente eso: “¡Che Belew, mirá quien vino!”, dicho con el tono que usaba Juan Carlos Calabró cuando hacía su personaje de El Contra. Más Cretino no se consigue.
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