Alguien dijo: Escuchá/ ¿No sabés lo que te estás perdiendo?
Siempre me gustó esa hermosa línea de diálogo de Jerry Maguire, la película que le dio carta blanca a Cameron Crowe para regalarnos Casi famosos, ese perfecto “You got me at Hello” que –no encuentro un equivalente igual de contundente en castellano– podría traducirse algo así como “Me entregué con el Hola”. Bueno, yo suelo entregarme de la misma manera con los títulos de ciertas canciones. Cumpliendo mi rol de Cretino oficial, confieso que cada vez que agarro un disco suelo ir como perro hacia el hueso olisqueando ciertos bautismos contundentes. Puede fallar, pero cada acierto tiene premio. Uno de ellos es esta pequeña obra maestra de los Pet Shop Boys, escondida en su disco Nightlife. Bueno, no tan escondida en su momento, ya que protagonizó alguno de los carísimos videos promocionales que acompañaron su edición, pero como fue un fracaso –fue el único simple del dúo que ni siquiera entró en los rankings bailables– supongo que lo escondieron en algún lado, y si te he visto no me acuerdo. Sólo decís que me amás cuando estás borracho es de esos títulos que lo dicen todo, un hola que no necesita ningún argumento más, de hecho en la antología de letras de Neil Tennant titulada One hundred lyrics and a poem, el tema aparece en el puesto 98 –no es un ranking, el orden es alfabético– y apenas si agrega debajo del texto un lacónico: “Una relación deshaciéndose”, y una fecha: 1994. Tuvo que esperar un lustro para llegar al disco. En la época de Supernova, me hice fan del tema por una versión acústica en vivo que apareció en uno de los simples, y nunca fue recopilada en las antologías que rescatan los Lados B del grupo ni en la versión de Nightlife aumentada a tres discos que salió hace un par de años (confieso que, como no tengo el simple sino una versión grabada que en su momento me pasó la discográfica, lo busqué inútilmente en ambas ediciones). Pero si uno pone empeño en rastrearla aparece en las redes, y ha sonado más de una vez en Música Cretina: es raro escuchar a Tennant cantar el tema acompañado sólo por una guitarra acústica, una elección que delata esa no-tan-evidente influencia country del dúo. Sin embargo, la que suena en el no-programa de esta semana es la del disco, codo a codo con otra canción de separación, el Bilongis de Kiko Veneno. Leo por ahí, en una nota que apareció cuando se reeditó Nightlife en su versión extendida, que el disco reúne una serie de canciones que iban a formar parte de un musical. Es más, Tennant también cuenta que fueron a verlo a Brian Eno a San Petersburgo, donde vivía entonces, para que produzca el álbum. Eno al final declinó la oferta, y cuando el musical finalmente se hizo no tuvo mucho que ver con Nightlife, que según el buen Neil es una suerte de homenaje a esos discos crepusculares de Frank Sinatra, orquestados por Nelson Riddle, cuyas letras cuentan historias que suceden después de la medianoche, cuando todo parece tener un significado más profundo, romántico o trágico. ¡Haga doble ese trago, cantinero! Para la época en que salió el libro con sus letras, Tennant también confesó que nunca se olvidó cuando de chico leyó en algún lado que John Lennon dijo que para Strawberry Fields Forever había intentado que la canción sea como una charla con un amigo, algo que también decía Sinatra sobre sus temas, y agregaba que si bien nadie incluye a Madonna entre los mejores letristas, ella nunca se equivoca a la hora de enfatizar la sílaba exacta. Pero la parte de la entrevista que más me gusta es cuando confiesa que siempre fue frío y desapasionado cuando se trata de llevar sus experiencias a sus letras, al punto de ser capaz de estar en medio de una discusión con un amante y de pronto darse cuenta que una de las frases que se están tirando por la cabeza es un título perfecto para una canción. Y entonces, claro: Solo decís que me querés cuando estás borracho.
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