A veces me despierto en la madrugada/ y miles de caballos corren/ en el pecho
“Mi nombre es Juan Artero y hago canciones con mi guitarra
en la ciudad de La Plata”. Así es como se presentaba el líder de estos
flamantes Limbo Junior cuando, si, hacía sus canciones solito con su guitarra y
las subía online. Ahí están, todavía. Le empecé a seguir la pista a Juan a
través del Mister, cuando lo convocó para formar parte de la versión de su Fabulosa
Orquesta de Juguete que no era precisamente de Juguete, la que toca en ese
discazo que es La Humanidad. Recuerdo haber visto un recital en un subsuelo semivacío
y lleno de escombros de Barracas, en medio de una tormenta, con Cacho --el
perro de Mariano Llinás-- dando vueltas por ahí, y flashear imaginando que
estaba viendo a la Rolling Thunder Review de Dylan en su mejor momento. Después
Juan editó un encantador EP llamado Vacación, pero este Limbo Junior es otra
cosa. “Canciones sobre ciudades abandonadas, hermanos que ya no están, los días
de oro, el pánico y los corazones rotos”, anuncian en su Bandcamp, y cumplen
con creces. Gran Hotel Pánico es un temazo sobre corazones como casas ardientes,
pueblos fantasma y canciones muy tristes. Así es como suena esta mañana de
jueves de un verano que parece no saber cómo serlo. Y también casi al final del
Lado B de un no-programa que aún anda comenzando el año.
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