sábado, 10 de enero de 2015

Cracker, "El Comandante"


Vos y yo no nos podemos mirar a los ojos/ pero tendríamos que poder dejar esto atrás

Así como Juan Forn en sus contratapas de los viernes para Página/12 regresa una y otra vez a las historias de escritores malditos que llegan desde Rusia y aledaños, tengo que confesar que mi obsesión son los sobrevivientes de lo que al promediar la segunda mitad del siglo pasado se supo llamar el Nuevo Rock Americano. Aquellos tipos que, en medio de una década del ochenta con sobreabundancia de los teclados, su rock nunca dejó de estar basado en las guitarras. Y hoy siguen haciendo sus cretinadas, como no dejamos de testimoniar en este no-programa, celebrando cada aparición de gente como los hermanos Alvin, Chuck Prophet, Walter Salas-Humara y siguen las firmas. Una de los cuales es un tal David Lowery, que por aquel tiempo supo estar al mando de un grupo de culto llamado Camper Van Beethoven, pero también facturó en la década del grunge al frente de Cracker. Lowery lo rearmó el año pasado, y editó un álbum doble, apropiadamente bautizado Berkeley to Bakersfield, con un disco correspondiendo a cada destino: Berkeley para el lado rockero, Bakersfield para uno más –digamos—country. Este infeccioso El Comandante sirve de presentación para el lado rocker, obviamente. Aún no se muy bien qué quiere decir el título. El Comandante/ es sólo una bolsa de porro, es la frase que Lowery deja flotando al terminar el tema. ¿Es literal? ¿Es una metáfora? Ese Comandante... ¿es una persona? ¿un lugar? Por lo que se alcanza a escuchar, al menos, parecería ser el interlocutor del narrador de la historia. El Comandante/ nos dijo que era sólo té de hierbas. Pero más allá de las particularidades de su letra, la música es de esas que cuando entran en tu cabeza no salen de ahí por un buen rato. Y eso es algo que resulta ser indispensable en estos días tan hablados, tan llenos de noticias. Además, el ritmo es ideal para el calor, para buscar la sombra, para dejar pasar este verano que parece haber recuperado su pleno sol, que se soporta mejor –claro— haciendo play en un Música Cretina que, aunque viene desde un año atrás, bien puede seguir sonando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario