Podes quedarte con las cosas buenas/ yo con las cicatrices en la piel
Temazo. Canción del año. Todo lo que quieran llamarla, y
más. Hace días que lo único que suena en la cabeza es este tema de Las Armas
Bs. As., power trío platense que para mí –ya se, ya se, todo proyecto es
grupal, etc, etc-- es simplemente la nueva encarnación musical de Ramiro
García-Morete, alias Mister, alias Miro. Conocí a Miro cuando estaba en su
momento salmón, componiendo canciones sin parar con el corazón roto, y hasta
jugamos a eso, al salmón, en la primer encarnación de esta nueva temporada de Música
Cretina, cuando era un si-programa que salía por La Tribu con producción del
amigazo Strass. Miro mandaba una canción por semana, y así como llegaba salía,
y siempre era un tesoro encontrado, música abierta al medio, víscera pura,
nunca simplemente carne. Pero esa es apenas una nota al pie, lo importante es
que lentamente, paso a paso, desde el margen, Miro ha ido construyendo una obra
fascinante, llena de gemas en formato canción rocker. Con un pasado chabón al
frente de una banda llamada La Colifa, reinventó su carrera cuando empezó a
repartir en La Plata cassettes con canciones grabadas en su cuarto, con los
instrumentos –y los artefactos de grabación—que tenía a mano. Por eso se hizo
conocido como Miro y Su Fabulosa Orquesta de Juguete. Aquellos cassettes fueron
la base para un discazo como Los caminos (2010), algo así como el sucesor
bastardo de “Nadie sale vivo de aquí”, una obra maestra del rock platense que
injustamente casi nadie escuchó más allá de las diagonales. Después hundió más
profundamente el cuchillo como Mister en El olor de la sangre (2012), y para
cuando llegó el turno de La humanidad (2013), su banda ya no era de juguete,
sino que era un supergrupo con músicos como Lautaro Barceló o Juan Artero,
entre otros, y verlos en vivo era como estar frente a una mini Rolling Thunder
Review. Una gloria. Ahora Ramiro ha buscado refugio en Las Armas Bs. As., y ya
no salmonea sino que va al hueso. El Rey de las Antenas es el tema que abre
el breve EP con el que se presenta el trío y la verdad que no hace falta más. Si no fui bueno, al menos fui honesto/ Si no fui malo, pude ser mejor, se
inmola Ramiro al frente de un grupo con el que baila en su desierto. ¡Y cómo
baila! Rock' n' roll y las patas en la fuente. Bola de espejos, mateando en el
patio del fondo. La mejor declaración de principios hecha canción ¡y video!,
sonando –como corresponde—en el calor de un martes que ya se ha hecho verano,
en un nuevo Música Cretina que recién está abriéndose paso.
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