La vida pudo haber sido/ tan diferente
Suena el mejor Hammill y además es un Hammill nuevo. ¿Qué
más se puede pedir? Por culpa de Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu, cada vez
que escucho a Hammill pienso en La edad de oro, su obra de teatro. Pero no
siempre fue así. Antes pensaba en heridas de amor, en separaciones, en chicas
que no están o que directamente nunca fueron. Con discos como Over, The Future
Now o directamente la compilación Love Songs, ¿qué se puede esperar? Para mi Hammill es la
confirmación de que Nick Hornby tenía razón: las canciones tristes están antes
que el recuerdo triste, y si uno crece escuchando esa clase de canciones,
terminará buscando recuerdos que se amolden a ellas. Todo bien con el Hammill
sinfónico, pero yo prefiero al que demuestra saber hacer canciones. Y letras
desgarradoramente honestas, sobre ese tema tan deshonesto –con el otro, pero
también con uno mismo—que es el amor. Mirá, dijo ella/ hay alguien más. Así
arranca el disco que Hammill acaba de editar con Gary Lucas. Sí, el guitarrista
del último Captain Beefheart, pero también el que supo alguna vez hacer
canciones con Jeff Buckley. Un tema que suena tan bien en este nublado
miércoles feriado. Y que también se puede escuchar casi cerrando el Lado A del
Música Cretina de esta semana.
Para mi Hammill es la confirmación de que Nick Hornby tenía razón: las canciones tristes están antes que el recuerdo triste, y si uno crece escuchando esa clase de canciones, terminará buscando recuerdos que se amolden a ellas. parece una línea del guión de Alta fidelidad protagonizada por Cusack, que hacia de dueño de una disquería, basada en una novela de un autor ingles que no recuerdo, tampoco la novela, pero creo que se llamaba top five
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