martes, 28 de octubre de 2025

Marianela c/Charly García, "Rara"

Escuchaba a los freaks/ les decía que sí

Dijo el poeta que abril es el mes más cruel, pero habría que decir lo mismo de este octubre que nunca se termina de ir. Y ante el sol que asoma de un martes que amanece tan frío como el alma de los acreedores y también apostadores millonarios que igual corren a cobrar su premio, prefiero refugiarme en la que tal vez sea la canción menos conocida del último Charly que importa, el que nunca apostó sino que se entregó de pies y manos a su destino, nunca acreedor sino eterno deudor y venime a cobrar si creés que sabés dónde encontrarme. Al final del rescate de Música Cretina que aún sigue sonando y podríamos considerar como novedad, retumba en toda su gloria el tema que Charly le regaló a Marianela, que en otra época sin dudas se habría escuchado sin parar y hoy todos evocaríamos en vez de preguntarnos de qué estamos hablando, y cada vez que hago play no puedo evitar que se me ponga la piel de gallina. Siento todo el tiempo que tengo razón/ si me escuchara más no diría nada, confiesa un García de piel y huesos escondido en una letra escrita para su última colaboradora fiel devenida en cantante, Fabiana Cantilo del nuevo siglo para un Charly que por más que se ponga cualquier máscara siempre termina hablando de él. Pero que, al mismo tiempo, solo al escribir para otros pareciera que se le caen de las manos casi sin esfuerzo esa clase de temas que uno esta obligado a escuchar una y otra vez, instantáneos clásicos García incluso fuera de la vista de todos. Hubo un tiempo que no fue hermoso, pero Charly García estaba vivo. Ahora no nos quedará otra que seguir contando los días y las horas hasta se termine este invierno mientras el buen Charly sigue cumpliendo años, y habría que ser un desagradecido para pretender pedirle un verano. Así que mejor disfrutar de todo lo que nos dio, porque hay mucho para descubrir todavía. Como este tema, una maravilla que no se puede escuchar solo una vez, hay que volver y volver a él, como todo buen licor, como un niño pidiendo otra vez su dosis de teletubbie, como un adicto queriendo volver a ese limbo donde todo está bien y nadie viene a golpear la puerta. Todxs sabemxs que de vez en cuando es bueno descansar de ser los raros. Eso sí, que sea siempre con el puño en alto, los dientes apretados y los ojos brillosos. Como si la vida se fuese siempre en un buen estribillo. Gracias por todo Charly: la cuenta está más que saldada, y eso que seguro aún queda mucho por sumar. Y mientras tanto ni siquiera ese impiadoso
contable que es el tiempo puede impedirnos que sigamos celebrando tu cumpleaños. 

(Esta es una adaptación de un viejo post dedicado al fantástico tema que Charly García le regaló a Marianela veinte años atrás --de hecho, creo que se cumplen por estos días-- para su disco debut, Cajita feliz)    


jueves, 23 de octubre de 2025

Claudio Gabis c/Charly García, "Maradona blues"

Yo ya no existo sin pasado/ entre la oscuridad y la luz

Es uno de los más hermosos temas perdidos de Charly García, y por supuesto no está en Spotify pero –aunque vengo de año sábatico con el no-programa– suena en el Música Cretina que rescaté esta semana para celebrar su cumpleaños. Su título explica por sí solo las razones por las que tiene un lugar de privilegio en esa hipotética lista y, atención, fue grabado en Madrid la mismísima noche en la que el mundo conoció la noticia de que a Diego le había dado positivo el antidoping luego del partido con Nigeria y se quedaba fuera del resto del Mundial de los Estados Unidos. Se grabó en la capital española porque García aceptó la invitación de Claudio Gabis para sumarse a un disco que estaba produciendo Alejo Stivel, que imaginaba un puente entre el rock y el blues madrileño –donde el ex Manal vive desde hace años, y ha realizado una celebrada labor docente– y el de Buenos Aires. El proyecto se terminó llamando Convocatoria, y participan de un lado Fito Páez, Andrés Calamaro, Ricardo Soulé y Ricardo Mollo, entre muchos otros. Y del otro aparecen Joaquín Sabina, Coque Malla, Pedro Guerra y Luz Casal. El resultado final de semejante desfile originalmente fueron dos discos, atribuidos a Claudio Gabis y La Selección –un bautismo grupal que tiene cierto guiño a aquellos discos con La Pesada–, y el primero tiene fecha de 1995, o sea al año siguiente de aquel Mundial. Pero el tema con Charly García de ese disco, que además lo inaugura, es Jugo de tomate, el clásico de Manal. Increíblemente, para que Maradona blues viera la luz habría que esperar dos años más, ya que la segunda parte apareció recién en 1997, con mucha menos promoción que la primera. (Hubo una edición como álbum doble en 2013, con un par de bonus). Pero antes de quejarse por la demora, en realidad hay que celebrar que finalmente el tema haya llegado a buen puerto, ya que nunca estuvo en los planes originales del proyecto, que simplemente soñaba con poder incluir a Charly, que en esa época estaba terminando La hija de la lágrima en Nueva York. Gabis cuenta que lo llamó para invitarlo, que García aceptó, se subió a un avión y se apareció por Madrid. Descansó la jornada de su llegada, y por la noche viajando en taxi al estudio fue que se enteró de la noticia futbolera. El plan original era grabar justamente Jugo de tomate, y a eso se abocaron apenas comenzó la sesión. Gabis recuerda que Charly agarró la botella de J&B que le estaba reservada, le dibujó una línea por la mitad con un marcador y anunció: “Tenemos que tener terminado el tema para cuando lleguemos acá, porque después ya no respondo”. Así sucedió, precisa el guitarrista y homenajeado, pero el asunto es que, una vez hecho lo que habían venido a hacer, siguieron tocando de madrugada –Gabis calcula que sólo estaba con Charly y el baterista, porque según su recuerdo el bajista se fue a la medianoche–, y surgió entonces el tema por el que estamos contando todo esto, en realidad una improvisación que se terminó grabando media docena de veces, con diferentes letras, todas inventadas en el momento. “Todas geniales”, según Gabis. García había llegado por tres días, pero esa noche fue la única que se apareció por el estudio. El Maradona blues terminó tomando la forma que hoy todos conocemos gracias al trabajo de producción de Stivel, que terminó combinando lo mejor de todas las versiones que fueron grabadas aquella noche. Un accidente no es pecado/ y no es pecado estar así, canta García y cantamos todos cuando escuchamos y recordamos aquel tema y aquellos años del Diego, al que por estos días se lo estará recordando ya que se viene un nuevo cumpleaños sin él en este mundo. “Espero que estés en el club de los 27, con Kurt Cobain, Brian Jones y gente buena”, escribió García en su momento para despedirlo. Y agregó: “Esperame ahí que invita la casa. No te equivoques con el paraíso”. Como reza la letra del Maradona blues: “Ahora es cara o cruz”. Vengo diciendo desde siempre que las canciones no hablan del pasado, sino que –las mejores al menos– hablan siempre desde aquí y ahor
a. Y qué mas aquí y ahora que ese cara o cruz, ¿no es cierto? Feliz cumple Charly, acá estamos todos: entre la oscuridad y la luz. 

(Esta es una adaptación de un posteo publicado originalmente, como el no-programa con el tema en cuestión, cuatro años atrás, para celebrar el cumpleaños numero 70 de García. Este es el link para quienes quieran hacer sonar ese homenaje, ese Música García. El Maradona blues cierra el lado A)

miércoles, 22 de octubre de 2025

Moro-Satragni, "Cómo me gustaría ser negro" (Charly García)

Si estuviera enamorado por primera vez/ quizás te podría alcanzar el algodón

No creo que justamente Charly García estuviese pensando en reivindicar la esencia profunda del peronismo o en hacer rabiar a los gorilas cuando le regaló este tema a Oscar Moro para su proyecto con el Beto Satragni, armado luego de la separación de Serú Girán. Sin embargo, en aquel entonces –a comienzos de los ’80–, con mis amigos coreábamos el estribillo con entusiasmo, entendiéndolo como un alegato contra los milicos (el gobierno militar, o sea), con una clave un poco menos enrevesada que las referencias de Canción de Alicia, a pesar del esa suerte de epígrafe del comienzo, donde intenta lavarse un poco las manos: "Esto es parte de un mal sueño...". Pero es que al fin y al cabo no dejaba de ser un fabuloso desplante cantar "Si yo fuera un ciudadano de primera/ amparado por una Constitución" en un momento en que justamente no sucedía ninguna de las dos cosas, y después mandarlos a cagar con todas las letras (en épocas que todavía no se tenían piiip para la cocina, je), doblando la apuesta con eso de "Cómo me gustaría ser negro/ y con mucho olor". Ok, esa era la lectura entonces, pero no se si era efectivamente la intención de sus autores detrás de una canción que, sin todas esas especificidades temporales, suena demasiado enigmática. Para canción de un desplante amoroso es demasiado agresiva, para referencia al amor por la música negra demasiado enrevesada. Tal vez sea por eso que al escucharla ahora, enseguida viene a la mente otra referencia político-específica (aunque claramente fuera de lugar), como la que menciono al comienzo de estas líneas. Pero, más allá de los significados, lo cierto es que este tema perdido firmado por Charly duerante mucho tiempo fue un tesoro privado para sus fans, ya que nunca llegó a ser un exito ni nada parecido. Es una joya escondida, a pesar de que García lo tocó bastante. En YouTube hay un par de versiones en vivo, una extraordinaria con la banda del '82, y otra de fines de esa misma década. Debe, claramente, tener una referencia musical que se me escapa... ¿Steely Dan? ¿Algún jazz-rockero mas o menos famoso? Se me ocurre que debe haber sido algun chiste de sala de ensayo que terminó encontrando su camino hacia una canción, que sin embargo no tuvo el pinet suficiente para estar en el equipo titular. Si alguien tiene mas data, que cuente, porfa. Googleando no encontré ninguna referencia, tanto sobre la letra como sobre la música. Salvo el hecho de que en una lista de los mejores 100 temas de García, anda por el puesto 70. Lo cierto es que fue la estrella del disco menos comentado de los cuatro solistas que sacaron los ex Serú, cuando la separación les abrió la puerta para salir a jugar para todos sus integrantes. Charly y David tenían con qué, Pedro se moría por hacerlo de una vez por todas, pero para Moro debe haber sido todo un dilema. “¿Qué iba a hacer en un disco solista?”, se sinceró para la revista CantaRock. “¿Un solo de batería en un lado y ponerme a bailar sobre el otro?”, agregó con una risotada, como para explicar el nacimiento de Moro-Satragni, que se grabó con un desfile de amigos, con Ricardo Mollo –¡me había olvidado!– tocando guitarra en un tema, muchos Jade –ex compañeros de Satragni– aportando lo suyo, incluso Spinetta regalando una canción para el proyecto. Por supuesto que los ex Serú no se quedaron atrás, y por ahí está Lebón, pero especialmente el que puso la cara y la voz fue Charly, con un regalo que pasó a formar parte de aquellos temas secretos que sus fans supimos entonces buscar y atesorar, como Iba acabándose el vino o Afuera de la ciudad, por ejemplo. Así que no puedo evitar recordarlo en este mediodía de martes preelectoral, que se merece una buena mandada a cagar, qué tanto. Y ya que hablamos de tesoros y de secretos, los invito a escuchar completito el flamante rescate del Música Cretina dedicado Charly (Música García, je), buscando el tema de Moro-Satragni hacia la mitad del Lado A. Y después, como cantó Luis Alberto, que siga la melodía...

(Este es el link para escuchar en Mixcloud el no-programa dedicado a Charly. Fue armado originalmente para celebrar sus 70 años, y el rescate es para hacer lo propio con sus inminentes 74. Los textos que lo acompañan –como, por ejemplo, este– también fueron escritos originalmente por entonces, salvo el agregado de alguna puesta al día)

lunes, 20 de octubre de 2025

Charly García c/Patricio Bisso, "All I do the whole night through" (Fred & Brown)

Todo lo que hago durante la noche/ es soñar con vos

Así es como se traduce el verso que titula el tema con el que abre el Música Cretina que acabamos de rescatar. La idea es ir anticipando el inminente cumpleaños de Charly García, a tono con el reciente post sobre su último tema, pero no es cuestión de dejar de ser cretinos. Así que quien inaugura nuestra celebración es el ukelele y la voz del artista de la foto, el genial Patricio Bisso, que acompañó a Charly en una hermosísima y delicada versión de un tema incluido en la banda de sonido de Pubis angelical, lo que lo convierte en la única voz cantante de aquel otro disco que todos nos compramos –ya que era un álbum doble– con Yendo de la cama al living, el debut solista de García post Serú Girán. Según contó Bisso, con Charly se conocieron cuando abrió un show de la compañía de danza que integraba Zoca. En esa nota realizada por Facu Soto y publicada en Soy, Bisso también recordaba que Federico Moura lo iba a ver todas las noches cuando encarnaba a Evita y gritaba: “Devuelvan las manos, devuelvan las manos”, y que lo grabó hablando para un tema del disco Recrudece. Supongo que su aparición en Pubis tiene que ver con su regreso a Buenos Aires justo para sumarse a la vibrante escena porteña de la que participaban las Bay Biscuits –con las que supo colaborar– justo antes del fin de la dictadura, magma fundacional de lo que luego sería la banda de sonido de la primavera alfonsinista, que en gran parte abrevaba de esa sangre azul del rock nacional reunida alrededor de la figura de Charly García como Rey Midas de la banda de sonido de la época. Reverenciado en Brasil por sus personajes populares en la época, cuya cumbre fue su participación en El beso de la mujer araña, pero poco recordado en Argentina, Bisso falleció en Buenos Aires en 2019, con apenas 62 años. El tema que toca para la banda de sonido de Charly fue compuesto para otra banda de sonido, la de la película Sadie McKee, de 1934. Pero se hizo conocido dos décadas más tarde al formar parte de Cantando bajo la lluvia, y sus autores son Arthur Freed Grossman y Nacio Herb Brown, aunque en el disco de Charly apenas se los menciona como Fred & Brown en la autoría del tema. Bajo este sol de martes primaveral, no está de más recordar que contra todo pronóstico García está por cumplir 74, así que no hay que dejar de soñar con él y celebrarlo. Todos caen y él sigue y sigue, contó en algún momento, a la hora de hablar de las jornadas interminables de sus grabaciones, pero la frase adquiere otro significado al recorrer sus grabaciones y sus discos, en el que muchos de los participantes –como Bisso– ya no están entre nosotros. En cambio, como el dinosaurio de Monterroso –no los de su canción, por suerte–, cada vez que despertamos Charly sigue ahí.  

(Este post es una adaptación del que publiqué hace cuatro años, cuando Música Cretina se disfrazó de Música García, y armé un no-programa en su honor. Este año me tomé un sabático cretino, pero para acompañar el rescate, aquel homenaje ha vuelto a estar online)   

domingo, 19 de octubre de 2025

Charly García c/Sting, "In the city"

¿Cómo podes decir que estoy loco/ si puedo darte un lucero del alba?

Mucho se ha hablado del nuevo simple de Charly García con Sting, y muy poco hay para decir después de escucharlo. Prefiero tener presente que, así como vimos multiplicarse en las redes la noticia de su lanzamiento como si todos quisieran formar parte de la novedad, la versión original del tema se puede encontrar en un disco que, quince años atrás, nadie parecía querer editar. Y que, de hecho, aun es imposible encontrar oficialmente online (solo aparece en You Tube, subido por sus fans). Como sucede con todos los ídolos que realmente le toman el pulso a la sociedad y exponen sus contradicciones, ya sea tomando partido o simplemente exponiéndose (y exponiéndonos), la unanimidad llega recién cuando el león ya es herbívoro, cuando ya no puede hacerle daño a nadie, cuando es fácil encajarlos en un estante y convertirlos en estampita. Es el lugar desde donde Charly nos mira, y se deja adorar y –algo impensado cuando su filo aun cortaba– sacarse una foto con quien se le acerque con un celular. Volviendo al nuevo tema, se puede celebrar que mezcle aquel milagro de producción que fue Random con la crudeza de La lógica del escorpión, discos del ocaso, pruebas de vida como las fotos que los fans le sacan al verlo por ahí y enseguida dan vueltas por las redes. Confieso que cada tanto vuelvo a disfrutar de los temas del disco de la década pasada, pero también que si es posible elegir cómo escucharlo hoy, prefiero su voz cruda, tal como suena en el del año pasado. Lo que ves es lo que hay, y Say No More viejo nomás. Mucho se ha hablado también, en los últimos días, del cruce de Charly con Sting en Amnesty, y que su respeto mutuo viene desde entonces. Estuve en ese Amnesty entre el público –nunca me voy a olvidar de aquella caminata de ingreso por Udaondo mientras se escuchaban los desafiantes disparos de los milicos desde el vecino Tiro Federal– y el recuerdo que tengo de Charly eran sus ganas de demostrar que ahí el ídolo era el, que me generaban una mezcla de admiración pero también un poco de vergüenza, porque ese día lo único importante era lo que nos reunía a todos ahí. Tengo mis dudas de que haya podido comenzar alguna relación de respeto con alguien teniendo en cuenta en el estado que se encontraba aquella tarde-noche. Si hay que ensayar un repaso en paralelo por sus carreras sería bueno consignar entonces que uno ya decía ser parte del mar cuando el otro recién estaba intentando subirse a las nuevas olas, que sup
ieron ser casi al mismo tiempo carne de páginas amarillas antes que musicales: uno difundiendo su plenitud tántrica, el otro exhibiendo su vacío imposible de llenar. Y que su presente –tal como se puede ver en un video que muestra a Charly más porteño que el Obelisco y Sting como un eterno englishman en Nueva York– esconde que ambos tienen casi exactamente la misma edad. Y en cuanto al tema en sí, no se puede decir que sea malo, pero creo que su peor pecado, especialmente viniendo de Charly, es que es intrascendente. Todo forma y poca substancia. Aunque, lo confieso, no he podido dejar de tarararearlo en los últimos dias: sus melodías siguen siendo azucar para el oido. Si con algo me quedo de lo que nos ha dejado el nuevo simple es con la serie de fotos que le sacó Nora Lezano sentado al piano. Son imágenes a las que, no tengo dudas, volveremos una y otra vez. Mi preferida es la que ilustra estas líneas, con la frente apoyada en el micrófono, como si fuese su muro de los milagros.

jueves, 2 de enero de 2025

Oques Grasses, "Jubilar-se"

Ser feliz ya no importa/ no está de moda

Se los presento, los chicos de la foto --que ya no son tan chicos-- se hacen llamar Oques Grasses, y son catalanes. Sí, ya sé, son todos varones, blanquitos, estudiantes de conservatorio y para colmo catalanes: más garca no se consigue. Pero la música tiene sus propias razones, y también su forma de derribar prejuicios y preconceptos, y ahí está el tema del que sale el verso que inaugura este post para cerrarme el orto y recordarme que si yo suelo asegurar que la única religión que profeso es la de las canciones, por algo será. El tema se llama Jubilarse, y me alegra tanto cada vez que hago play que lo he dejado sonar mucho en un año poco propenso a tales excesos, y por supuesto lo llevé a las mañanas de Palermo Wuhan, y ahora no podía faltar en el nuevo Música Cretina, el que cerró el 2024 e inaugura este 2025 que recién empieza. Leo por ahí que los Oques Grasses arancaron en 2010, o sea que ya tienen una década y media --y media decena de discos-- bajo las patas, y que hacen las cosas a su manera, aunque no se puede dejar de señalar que han tenido éxito desde el primer día. Mejor presentarlos como lo hice aquella madrugada de sábado wuhanero, diciendo que son algo así como los De La Soul catalanes, porque el sayo les calza, y porque los disfruto como lo hago con aquellos, cancion sí y canción no, sin preguntar de dónde vienen ni nada. No puedo decir que me guste el resto de las canciones de Fruto del delirio, su último disco, de donde sale este hitazo, pero de algo estoy seguro: si cruzan el charco y se vienen por acá, la rompen. Pero lo que más me sorprende es cómo este septeto de pibes privilegiados pero achispados dan en la tecla con un tema que habla de los fantasmas que nos persiguen en este nuevo siglo, que describen desde un primer verso que, después de resumir el declinante estatus actual de la felicidad, asegura: Ahora importa mas tener mucho trabajo/ mucha pasta. Y lo rematan con una guarangada. Lo confieso, no logro entender esta nueva fiebre de oro generacional, que sueña con el bolsillo lleno antes que nada. Porque, como dicen mis nuevos amigos catalanes, no quiero todo/ aprendí que no me cabe en las manos. Son tiempos de verdades absolutas y al mismo tiempo de reescrituras a medida, la corriente es fuerte y es difícil no dejarse llevar. No quiero gastar ni un minuto más mirando todo ese circo/ está el patio lleno de almas que se están vendiendo, cantan los Oques, y no puedo menos que cantar con ellos. Pasen y hagan play, suenan en un no-programa llamado Música Cretina. Porque con música la vida al menos se soporta. Y espero que con el nuevo año también sea así. Claro que si es Cretina, mucho mejor. 

miércoles, 1 de enero de 2025

Peter Perrett, "Secret taliban wife"

Ella me ha radicalizado/ ahora me he convertido en su esclavo

Se los presento, el señor de los anteojos negros de la foto es el que abre el flamante Musica Cretina, nuevo nuevísimo, el último del año pasado o el primero de este año nuevo, elijan lo que prefieran o táchese lo que no corresponda. Se llama Peter Perrett, y mas cretino no se consigue. Digo, porque es un sobreviviente de la new wave británica, que estuvo al frente de un grupo bastante querido llamado The Only Ones hasta que los tiempos cambiaron, llegaron nuevos grupos y nuevas new waves, y nuestro querido Perrett descubrió que podía matar el tiempo cada vez más libre que tenía entre manos dedicando los ingresos que recibía de los derechos por sus canciones en substancias que, justamente, se dedicaban muy bien a eso del tiempo. Corte, y treinta años despues --poco antes de la pandemia-- el buen Peter consigue finalmente levantarse de esa cama en la que estuvo practicamente tirado durante todo ese tiempo, y le presenta al mundo su primer disco desde sus años de gloria. Y el mundo lo recibe bien, justo es decirlo. Hubo un disco más, que llegó incluso a sonar en este no-programa, y despues el encierro. En las notas por su nuevo disco, el que escribió durante ese encierro, que se llama The cleansing, y que es doble, Perrett contó que como ya está grande y tiene problemas respiratorios, acató inmediatamente en confinamiento y durante un año  y medio solo salió de su casa para ir al médico. El primer día que se levantaron las restricciones fue por primera vez al pub en todo ese tiempo y se relajó, explicó, y esa misma noche se agarró Covid y casi la queda. Terapia intensiva, muletas para volver a caminar, y a componer y componer.  Así fue como llegó La limpieza, su nuevo y formidable disco, del que participan sus hijos, su banda actual, y una larga fila de invitados, vecinos y fans de su época de gloria, como Bobby Gillespie o Johnny Marr. Me manda videos por whatsapp/ estoy atrapado, canta Peter en su delicioso Secret taliban wife, que leo por ahí que está dedicado a una relación virtual que mantuvo en las redes, y también a una humorista iraní que contó que, también gracias a la impunidad que dan las redes, recibe insultos todo el tiempo, y el titulo de la canción es uno de esos epítetos. Por eso la bronca, por eso las guitarras aserrando, por eso la ironía y la semi-sonrisa que le podemos imaginar en el rostro mientras escupe cada uno de sus versos. Mi esposa talibán secreta/ lo mejor que vi en mi vida, se entusiasma quien se reconoce como su esclavo, maniatado pero vivo. Casi el mismo destino que nos escupen las redes y este presente supuestamente tan libre que ya no sabemos donde ir. Ya sabemos: si queres gritar, desenchufa el cable del parlante. Y si queres seguir gritando, a poner play en un no-programa a estrenar y listo para dejarlo sonar. Como este año nuevo.