martes, 20 de enero de 2015

Da Cruz, "Campari soda" (Taxi)


Quiero otro Campari con soda/ y volar alto sobre el mar

Nada es lo que parece en este temazo de Da Cruz, ideal para un día de esos en los que hay que parar la moto. Para empezar, Da Cruz no es un grupo brasilero, sino suizo. Su cantante, sí, es brasileña. Paulista, para más datos. Se llama Mariana, y leo por ahí que su apellido bautiza al grupo, que se formó cuando su camino se cruzó con el de los integrantes del grupo electro industrial suizo Swamp Terrorist, que la descubrieron cantando en un pub irlandés de Lisboa, mientras estaban de gira por Portugal. Séptima hija de una recolectora de algodón y un cocinero, Mariana se crió en Paranapanema, un suburbio turístico de Sao Paulo, y a los 16 años se instaló en Campinas, decidida a ganarse la vida como cantante, con Elis Regina y Ed Motta como referentes. En eso estaba, alternando entre Brasil y Portugal, cuando terminó en Suiza, junto al productor Ane Hebeisen, que convocó a un par de músicos de la que hasta entonces era su banda, Swamp Terrorist, y pasaron a ser simplemente Da Cruz. Desde su debut discográfico en 2007, el grupo lleva editados cuatro álbums, y recién con el tercero, Sistema subversiva (2011), supieron ganarse un lugar en el mapa musical europeo. Este Campari Soda es de su flamante cuarto disco, Disco e progresso, que asomó en algunas de las listas de lo mejor del año pasado que anduve revisando. Pero a pesar de que tiene un aire de clásico olvidado de la música brasilera, en realidad es un tema olvidado de una ignota banda suiza de los 70, llamada Taxi, rescatado hace apenas unos pocos años atrás –y convertido en un hit-- para una publicidad de la línea de bandera del país de los cucús y los chocolates. Como decía el comienzo, nada es lo que parece en este verano de un año del que ya necesitamos vacaciones, y aún ni siquiera terminó enero. Por lo pronto, mais um Campari pra mim, obligado. Y a dejar sonar un no-programa que aún tiene varios recovecos en los que esconderse y relajar un cacho. Lo que se pueda, bah.  

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