viernes, 5 de enero de 2024

Nikki Sudden, "Every girl cuts me in half"

Permitanme que les presente a los protagonistas de esta foto hermosa: se llaman Adrian Godfrey y Marc Field. Dos nombres que seguramente no les digan nada, pero tenganme confianza, que --como dijo alguna vez el buen Rod Stewart, o quien sea que haya bautizado el disco solista que lo hizo mundialmente famoso-- cada foto cuenta una historia. Asegura la leyenda que cuando Adrian tenía quince años y vio a su compañero de esta instantánea tocar la guitarra en televisión, largó todo y decidió dedicarse a la música. Si, porque el que saca pecho en esta deliciosa imagen es nada menos que el legendario Marc Bolan, a cara lavada y con apenas 29 años ya todo un veterano de mil batallas, fotografiado en la puerta de su departamento de la calle Holmead, en el sur oeste de Londres, saludando a sus fans. Cuando el que lo abraza y mira con admiración y verguenza decidió el destino de su vida al verlo en la tele, Bolan estaba en lo más alto de su faceta T. Rex, presentando esa obra maestra que es Electric Warrior. A estas alturas, en cambio, el buen Marc ya había mordido el polvo, era padre de un hijo (o estaba por serlo) y estaba maquinando un regreso con toda una gloria que no pudo ser, porque un año más tarde, y justo antes de cumplir los 30 años, falleció en un accidente de auto. Quedate con quien mira de tal manera a tal otrx, dice la frase, y por lo tanto quedémonos con Adrian, ya que tan así es como mira a su ídolo Bolan en esta foto. El joven Godfrey tenía entonces 20 años, y aunque todavía le faltaba un año y un poco más para grabar y editar su primer simple, Nikki Sudden --porque así es como lo terminamos conociendo-- seguramente ya tenía su banda lista y en forma, bautizada Swell Maps, y compartida con su hermano menor Kevin, o sea Epic Soundtracks. Aquel primer disco autoeditado del grupo, Read about Seymour, ha pasado a la historia como uno de los simples históricos del punk británico, pero aunque Swell Maps como grupo siempre supo mezclar la crudeza del punk con los experimentos más ruidistas del krautrock, tanto Nikki como Epic demostraron ser adeptos a las melodías y la épica del rock más clásico durante sus carreras solistas. De hecho, los ídolos de Nikki, tanto en su aspecto como en su actitud ante la vida y la música siempre fueron Keith Richards y Ron Wood: un Stone por fuera de los Stones, eso es lo que terminó siendo el buen Sudden, que durante su larga carrera persiguiendo el rock y la canción perfecta formó un par de grupos, entre ellos The Jacobites, pero es más facil descubrir y admirar las perlas que fue dejando aquí y alla durante su desempeño como solista. Si estamos hablando de Nikki Sudden no es por la foto que ilustra este texto, sino porque en el último Música Cretina brilla uno de sus tantos temas perdidos, rescatado para la última reedición de su segundo álbum solista, The Bible Belt (1983), que originalmente se editó cuando Swell Maps ya era historia, y justo antes de que se formasen los Jacobites. En The Bible Belt ya lo acompaña quien fuese su compinche en ese grupo, Dave Kusworth, asi como quienes luego formarían The Waterboys, com Mike Scott a la cabeza. Every girl cuts me in half, o sea "Cada chica me corta al medio", es una de esas canciones hermosas que parecen estar a punto de desarmarse cada vez que uno hace play, pero siempre consigue llegar maravillosamente al final entera y brillando. Brindemos por eso, por esas vidas que nos regalan tantas canciones antes de apagarse prematuramente, por esas canciones que se mantienen vivas y enteras cada vez que las escuchamos aunque parecen que se van a deshacer como nuestros dias, nuestras semanas y nuestros años, que también siguen ahí, canción a canción. Por suerte o por lo que sea. Salud.  


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