Por la noche me despierto con las sábanas empapadas/ Y un tren de carga corriendo/ En medio de mi cabeza
Jueves después de la lluvia, y nada mejor que
escuchar un poco de Bruce, como para que termine de pasar la tormenta. Aún me
acuerdo de cuando apareció Born in the USA en mi vida, y la polémica entre algunos
de mis amigos sobre si este yanqui merecía o no nuestra atención. Por un lado,
estaba el punto a favor de que el sonido seco de la batería del tema que
bautizaba el disco había sido claramente la inspiración para Piano Bar, que
considerábamos nuestro himno generacional. Pero, por el otro lado, estaba esa
maldita bandera norteamericana. Cuando lo vimos en Amnesty, Bruce apareció como
un prepotente, haciendo todo lo posible para robarse un show que no era suyo. Además,
su yanquidez lo desbordaba por todos lados. Llegó a tocar La Bamba, en su afán por levantar a un público
agotado por tantas horas y tanta música, y sonó forzado, como si estuviese
intentándolo demasiado. Y además parecía poner en evidencia cierto
desconocimiento de donde realmente estaba. Mi prejuicio se rompió, por un lado, leyendo sus letras, e
investigando un poco en sus discos anteriores, que empezaron a asomar recién después
del extraordinario suceso que fue Born in the USA. Y, por el otro, fascinándome
con este tema, que por su atrevimiento terminaba de romper con la falsa imagen
que entonces yo tenia del Boss. Cada pequeño pliegue de ese discazo que es Born
tiene al menos un tesoro, pero I’m on fire es un tema que aún hoy se mantiene vivo,
no está inmortalizado, jamás será poster. Tiene una tensión sexual al limite de
lo políticamente correcto, o directamente del otro lado, con ese proto James Dean
que es su protagonista confesando lo inconfesable, anunciando el desborde de la
pasión, el sexo prohibido o incluso el crimen, sigue siendo una fabulosa mirada
dentro de un cuento corto, dentro de una historia que es muchas en una, un
aleph de la pasión prohibida. Y completa el círculo el hecho de que los que
versionan el tema son los extraordinarios Low, el grupo de la pareja entre Alan
Sparhawk y Mimi Parker, mormones que deben saber de ese fuego en las entrañas,
de pasiones reprimidas. Este tema forma parte de Dead Man’s Town, un tributo a
Born in the USA que salió en septiembre del año pasado, y tiene un par de temas
más que piden pista. Por lo pronto, este
I’m on fire suena casi al comienzo del Lado A de un Música Cretina que recién
se está haciendo escuchar.
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