Desde el día que te conocí/ mi vida está completa
Lo saben todo, ¿no? No solo hay un nuevo Música Cretina cosecha 2023 que acaba de llegar para acompañar este tardío otoño de días nublados y lluvia, sino que también desde Uruguay todos los miércoles a las 22 repasamos un no-programa vintage. Asi que mientras esperamos por el rescate de cada semana, les sigo contando qué es lo que suena en la segunda emisión Cretina de este año, que está ansiosa de que la dejen sonar haciendo play en el mixcloud. El versito de acá arriba corresponde a un tema del año 1962 que asoma apenas comenzado el Lado A, de un efímero grupo vocal neoyorquino que se eternizó en el recuerdo de un tal Lou Reed, al punto de homenajearlo usando el nombre de su único hit para bautizar no sólo el que tal vez sea uno de sus mejores temas sino también un disco: Coney Island baby. Sí, el Coney Island baby original corresponde a un sexteto del Bronx, que supo ser además uno de los pocos del género integrado solo por blanquitos. Tal como arranca de manera contundente su entrada en el libro de Billboard dedicado a los grupos vocales norteamericanos, se llamaban The Excellents, y lo eran. Y por suerte alguna vez conseguí ese libraco, porque al googlear se encuentra un recorte de la revista CashBox, fechado en el año 63, que cuenta otra historia: es un quinteto, son de Brooklyn, etc. Leyendo el libro firmado por Jay Warner me entero que esos falsos Excellents aparecieron cuando los originales --apenas unos adolescentes, tenian entre 14 y 17 años cuando empezaron-- pretendieron llevar sus propias cuentas, y el sello Blast, cuyo dueño era un tal Vinnie Catalano, los reemplazó por otros cantantes y a otra cosa. Así eran las cosas entonces en el maravilloso mundo de la música, no se confundan, Uber no inventó nada. Catalano es justamente quien firma el Coney Island baby original, y según Warner la nena de Coney Island tenía nombre y apellido: se llamaba Lili Loftus, y era recepcionista del parque de diversiones Astro Land. Al ser reemplazados los Excellents originales pretendieron seguir como The Excellons, y no tuvieron suerte. Pero con el tiempo recuperaron el nombre para continuar cantando, ahora como un simple acto vintage, mientras seguían también con sus vidas para terminar trabajando --apunta la pequeña enciclopedia de Billboard-- como psicólogos, ingenieros civiles, en firmas de inversiones, construcción, iluminación o empresas de aguas corrientes. Una vida completa, ¿no es cierto, niña de Coney Island?
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