Conozco cada truco/ que hay en el libro
Se acerca el fin de año, hay un nuevo Música Cretina y ya no hay inocencia que valga. Algo que tiene muy en claro, qué duda cabe, el autor del verso con el que abren estas líneas. El tema que lo contiene lleva el significativo título de No vas a poder negármelo para siempre, y el que firma su música es un compositor francés llamado Frederic Lo. Según cuenta la flamante leyenda pero leyenda al fin, durante la pandemia el buen Frederic se acercó a la nunca demasiado apacible costa francesa del Canal de la Mancha en busca un intérprete para un tema que había escrito para el malogrado cantante Daniel Darc, para el que se estaba armando disco homenaje. El artista que estaba buscando no estaba en su mejor forma: se había alejado de la ciudad para intentar cambiar un estilo de vida que lo había mantenido intoxicado químicamente durante dos décadas, una experiencia que había comenzado a discutir abiertamente mientras arrastraba diversos problemas con la ley, al tiempo que había sufrido un absurdo accidente doméstico que le impedía tocar el instrumento con el que se había ganado esa vida --y también se la había jugado, digamos todo-- hasta entonces. No deja de ser simpático el bendito accidente: tratando de salvar a un erizo de sus dos perros huskys se clavó una de sus espinas en un dedo, y necesitó asistencia médica para que la parte accidentada siguiese, ejem, siendo un dedo. O sea que Pete Doherty, porque de él estamos hablando, llevaba dos semanas sin necesitar drogas por primera vez en su vida adulta, sin poder tocar una guitarra, sin teléfono ni redes sociales y a la orilla del agua por la que llegó a invasión que cambió la historia del siglo pasado, cuando golpearon a su puerta. Al abrirla, se encontró con un colega al que nunca había visto antes pero con el que tenían suficientes conocidos en común como para saber a qué pueblo acercarse y qué puerta golpear, que le mostró una canción con la que todo comenzó. Ese todo es un disco que este año editaron juntos, que responde al delicioso nombre de La vida fantástica de la poesía y el crimen. No se cual de los dos contó, en las numerosas entrevistas a las que se sometieron para promocionar su obra, que en algún momento Pete cayó de rodillas pidiéndole a Frederic que le dejase poner letra a sus canciones. Que hasta que Doherty comenzó a jugar con ellas no eran tales, apenas ideas que Lo llevaba de acá para allá. Una de esas ideas convertidas en canciones por la pluma del ex Libertines es la del verso con el que comienzan estas líneas, que su autor no se pone colorado --o tal vez si, no tengo forma de saberlo, las entrevistas a las que he recurrido son en papel-- al mencionar que le suena un poco como viniendo del Morrissey más temprano, o aquellos primeros simples de Suede. “No me voy a cansar nunca de cantar este tema”, asegura Doherty, y ciertamente no hay forma de cansarse de escucharlo. Como Charly cuando cantaba que no tenía dudas de que no iba a parar, Doherty amenaza: Por las buenas o por las malas/ yo voy a seguir, vos vas a seguir, ellos van a seguir, vamos a seguir. Estaba hablando de las drogas, para qué negarlo. Estaba limpio desde diciembre de 2019, le confesó a la revista NME, y sentía entonces que era solo cuestión de tiempo para volver a sus hábitos de siempre. Pero también advirtió que, si hubiese realmente querido, lo hubiese hecho. Así que se trataba solo de una canción. Pero qué canción. “Sabés lo que yo quiero/ no vas a poder negármelo para siempre”, cantó entonces y canta ahora quien lleva dos años sobrio, y va por más. Lejos de negarles lo que más quieren, o deberían querer, hay un nuevo Música Cretina listo para que lo dejen sonar. El hermoso tema de Pete y Frederic suena al promediar el lado A, pero hay muchas mas canciones que merecen ser escuchadas antes de que llegue fin de año. Y después también.
(La hermosa foto que ilustra este post es de Nicolás Despis, y forma parte de la sesión promocional para el disco)
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