(La foto que ilustra este post fue tomada por el peruano Raúl García que, además de trabajar para varias publicaciones y agencias internacionales, se ha dedicado a retratar la escena de rock under de Lima)
jueves, 30 de septiembre de 2021
Susana Baca, "Enciéndete candela"
La señora de la foto es Susana Baca, la heredera de Chabuca Granda, la voz negra del Perú, que como todo lo que no es blanco, blanquísimo en su país --y en muchos de nuestros países, no nos hagamos lxs gilxs-- necesita ser descubierto afuera de sus fronteras para conseguir reconocimiento dentro. Más de una vez lo ha contado Baca, cómo su María Landó fue despreciado por las discográficas locales, porque era poesía y, según decían, no le interesaba a nadie, hasta que llegó a los oídos de un tal David Byrne que estaba en su momento de gloria con su sello Luaka Bop, la incluyó en una antología titulada Afro-Peruvian Classics: The Soul of Black Perú y la vida fue otra para la gran Susana negra. Leo por ahí que la Baca decía que le sucedió incluso a Chabuca, eso de sentir que tuvo que ser primero reconocida fuera del Perú para finalmente poder ser Chabuca también en su país. Una cantante que cuando conoció a Baca, y la escuchó versionar sus temas, le dijo que si hacia sus canciones nomás no iba a llegar muy lejos, y la tomó bajo su ala. Fue su asistente, y en su casa Susana asegura haber escuchado por primera vez autores como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés o Bola de Nieve, y fue también Chabuca la que, al escucharla musicalizar los poemas de Neruda o Vallejo le dijo al poeta César Calvo que ella cantaría sus versos. Y así fue como nació María Landó, el tema que finalmente terminó presentandola ante el mundo. “Su voz suave y distinta es tan linda como las de las mejores cantantes del pop, pero tiene fuerza como para crear su propia tradición”, es el elogio que le dedicaron en el New York Times, y si lo menciono es porque es una frase que celebra la propia cantante, hija de madre bailarina y padre músico, es decir heredera de una tradición artística y musical, que sin embargo sufrió en carne propia la discriminación por su color de piel cuando le negaron sin ninguna explicación una beca, a pesar de ser reconocida como la artista de su escuela. Maestra en un pueblo andino en su juventud, ganadora de dos Grammys como cantante, uno por una colaboración con Calle 13, y actualmente en actividad incluso varada en un pueblo casi sin conexion con internet durante la pandemia --donde grabó un disco a capella en el que incluyó una versión de, entre otros temas, Vengo a ofrecer mi corazón, por la que Fito Páez le hizo llegar sus elogios--, Baca cuenta que cuando se lanzó a recopilar temas de la tradición afroperuana en su país ni siquiera los protagonistas de esos recuerdos querían recordarlos. “Decían que eran cosas de negros, del tiempo de los esclavos, y que no se acordaban, como si quisieran borrar esa historia, porque así se lo hicieron sentir durante mucho tiempo”, recordó alguna vez la cantante, que suena en este último Música Cretina con un tema tradicional como Enciéndete candela, incuido en el primer disco completo con su nombre que grabó para Luaka Bop en 1997, en el siglo pasado, y que aún reverbera hoy en los activos 77 años de una señora que canta bajito pero canta, canta suave pero también canta fuerte, llevando siempre el color de su piel como bandera.
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