martes, 28 de septiembre de 2021

Khaled, "Mani hani"

Se los presentaría pero no hace falta, en la foto se presenta solo. Una de las canciones que suena en el nuevo Música Cretina es de este hombre, bautizado como Khaled Hadj Ibrahim según todas las biografías que repaso en internet, conocido incialmente como Cheb Khaled --Cheb quiere decir joven, y es un apodo común entre los cantantes de su estilo-- pero desde hace mucho tiempo simplemente como Khaled, una de las grandes figuras del Rai argelino, un ritmo popular que mezcla tradiciones musicales del norte de África y Medio Oriente, y un hitazo en Francia para la época de la que debe ser la foto, a mediados de los años 80. Oriundo del puerto de Oran, en la costa del Mediterráneo, al que Khaled rebautizó como Crazyville, su nacimiento fue en 1960, por lo que su vida está atravesada primero por la liberación de Argelia y el panarabismo, y luego por la aparición de los extremismos religiosos. Músico desde los diez años, con su primer simple grabado a los 14 y un éxito temprano en su ciudad, leo por ahí que se hizo famoso internacionalmente a mediados de los 80, cuando el gobierno argelino convenció al socialista Jack Lang, el ministro de cultura de Miterrand, de que la difusión del Rai podía ser de interés cultural en Francia. Una razón de la popularidad de Khaled y sus compañeros de generación tal vez haya sido que rompieron con la idiosincracia de los cantantes locales, que hablaban en metáforas. “Cuando canto Rai, soy directo: bebo alcohol, amo a una mujer, y sufro. Voy directo al punto”, explicó. Por eso es que en Argelia habían comenzado prohibiendo el genero, pero cuando esa sinceridad también fue blanco de los extremistas religiosos, el gobierno cambió su táctica, lo que obligó a los cantantes a buscar el exilio, porque las amenazas se intensificaron, y terminaron recalando en París o en Londres. En el caso de Khaled, una vez que la rompió en Francia, no tardó en explotar internacionalmente: recuerdo haberlo descubierto por el disco que hizo con Don Was a comienzos de los 90, cuando daba vueltas por alguna discográfica sin que nadie le prestase atención y --por supuesto-- terminó en mi casa. Con cada trabajo internacional su Rai se fue mezclando con el funk, el jazz y la world music, pero el tema que suena en este Música Cretina viene de un álbum del 2004, Ya-Rayi, conocido por haber sido con el que volvió a las fuentes. Es un disco que milagrosamente tuvo edición argentina, tal vez el único de Khaled editado oficialmente por acá, de hecho recuerdo haberlo reseñado para La mano. El tema que pueden escuchar en el Lado B del último no-programa es el que abre el disco, que comienza con el sonido de un piano interpretado por Maurice Medioni, famoso en Orán antes de Khaled, creando casi un viaje en el tiempo dentro del tema, en el que el sonido de los salones de té de los años '50 dan paso al de una nueva generación cercana a la calle, la de un Khaled que hoy en día sigue vigente, al punto de que el año pasado, en plena pandemia, sacó un simple dedicado a la ciudad de Beirut, destrozada por una terrible explosión en su puerto. En este martes nublado pero aún así de primavera, los invito a que pasen y escuchen el nuevo Música Cretina y el Rai de Khaled, que celebra con una sonrisa el libre paso de la música de generación a generación, bebiendo y enamorándose a pesar de todas los extremismos, las pandemias y las explosiones. O justamente en respuesta a ellas.    


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