martes, 20 de julio de 2021

Millones de Casas con Fantasmas, "Dientes"

Busco la ficción más larga/ para entretener mi muerte

Buenos días martes, buenos días sol de invierno, buenos días Cretixns, supongo que ahora sí saben que hay un nuevo no programa, pero tal vez no todxs conozcan el tema con el que arranca, así que se los presento. Se trata de Dientes, que contiene los versos con los que arranca este post, y que abre también el disco Los desmayos, segundo opus de Millones de Casas con Fantasmas, que por entonces era un grupo paralelo de ese pozo sin fondo de música y canciones que es el rocker montevieano Pau O’Bianchi, en esa época rompiéndolo todo al frente de 3Pecados, un mito que a su vez estaba rompiéndose en ese preciso momento. Leo en una entrevista de la época que Pau resumía a 3Pecados como “catarsis con batería” y a Millones como lo mismo, pero “más tranqui, sin batería”. Estoy obligado a detenerme en este momento, y avisarle a los que me estén leyendo pero no hayan escuchado jamás a 3Pecados que esto no puede seguir asi: vayan ya mismo a buscar “Diciembra” en YouTube --lo siento, chiquis, no está en Spotify--, y se entreguen con confianza, no los va a defraudar. Fueron nuestros Nirvana del Río de la Plata, sin tiro del final pero tragedia igual, y como todos los grupos o las canciones y la música de Pau reflejan lo que significaba todo eso para él: la razón para estar vivo. Porque Pau siempre fue un tipo de piel sensible, hijo de padres divorciados, y criado por su madre y su tía, a las que considera sus padres. De hecho, en su momento me contó que su nombre artístico nació cuando, en la primera entrevista que le hicieron, le preguntaron como quería aparecer y él respondió que como Pau o Bianchi, con el diminutivo de su nombre o el apellido de su madre, pero no con su nombre completo, apellido paterno incluido. Y así quedó. Decir Pau es convocar a la mejor música de la más reciente escena indie uruguaya, que además sólo es hija de su tiempo, ya que todos sus discos --y son muchos-- existen gracias a que, cuando vuelve de su trabajo diario y rutinario, Pau --como describió más de una vez-- se arma uno, agarra su guitarra, y graba. Así nació Los desmayos, una selección de los temas que había registrado de esa manera, durante aquella última época de 3Pecados. Ese es el Pau que suena al comienzo de este Música Cretina, que golpea el cuerpo de su guitarra, murmura el nombre del tema que está por tocar, y empieza a arpegiar. No se si Los desmayos, que este año cumple una década (!!!), tuvo alguna vez una edición oficial en CD. El que yo tengo es una hermosura artesanal que viene con una nota manuscrita --véanla en la foto, ¿no es un encanto?-- que testimonia que se trata de la primer copia física del disco. Y sólo por haber sido la primera persona en haberlo pedido así. ¡Gracias Rusita por haberlo dejado en mis manos! Es sábado a la noche/ y no hay mucho para hacer, arranca cantando Pau al comienzo de este nuevo Música Cretina, que los estoy invitando a escuchar justo antes del mediodía de un martes en el que lo más probable es que haya mucho para hacer. Pero todo eso seguro que se puede hacer mucho mejor con música. Y, si es Cretina, mejor. 

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