martes, 4 de mayo de 2021

Rita Lee, "O que vocé quer"

Lo que querés/ no lo dejás de querer tan fácil

No lo estuve diciendo mucho en estos días, así que acá voy: hay un nuevo Música Cretina, un no-programa flamante, chiche, nunca taxi, impecable, como su dueña era una anciana que sólo lo usaba los fines de semana para dar vuelta a la manzana está casi sin uso, deseando que alguien haga play. Así que pasen y escuchen. Escuchen, por ejemplo, como suena la gran, enorme, encantadora, mítica Rita Lee desde el disco que funcionó justo antes del cambio de siglo como el de su renacimiento, pero no me refiero a la cuestión artística sino que estoy hablando casi literalmente, ya que Santa Rita de Sampa fue el trabajo con el que la cantante regresó luego de un terrible accidente doméstico en el que se quebró el maxilar y los médicos pensaban que nunca iba a poder volver a cantar. En su autobiografía, Rita cuenta que estaba mezclando alcohol con rohipnol cuando se cayó de madrugada desde el balcón de su casa en Caucaia, una caida de casi quince metros de altura. Quedó ahí, desmayada, hasta que el casero la descubrió ya de mañana, cubierta de rocío. Dice que recuerda que, cuando la llevaban en la ambulancia al hospital, los camilleros la miraban como si estuviesen viendo “a doña Frankenstina en persona”, ya que le colgaba la mitad de la cara. Después de doce horas de cirugía, de pasar tres meses con la boca toda cosida y alimentándose solo por un tubo, de perder diez kilos de peso y la mitad de la audición del oído derecho, los médicos ni hablaban de volver a cantar, sino que incluso dudaban que una vez quitados los vendajes y los puntos pudiese lograr la suficiente abertura local como para hablar. Rita confiesa que le puso nombre a la prótesis de titanio que reconstruyó su mandíbula: la bautizó como Piña María Colada. Y que cuando le sacaron todo, lo primero que hizo fue tararear su tema Manía de vocé -- ese que arranca diciendo Meu bem, voce me dá água na boca-- y tanto ella como los médicos quedaron sorprendidos. Santa Rita de Sampa, entonces, fue el disco con el que doña Lee regresó de todo ese infierno, un disco que marcó también la recomposición de su pareja con Roberto de Carvalho, con el que se había separado y el reencuentro fue con boda y todo, rodeados por sus hijos ya adolescentes, por supuesto. Eso si, a pesar de eso el disco lleva solo su nombre en portada, y cuando le preguntaron por eso entonces Rita explicó que era como debía ser: “Roberto firma tanto los arreglos como la producción, además de ser coautor de las canciones. La contratada por Polygram soy yo, y Roberto aparece como corresponde”. Nuevo contrato, nuevo sello, y grabación en Los Angeles, con una banda estelar que incluyó a Vinnie Collaiuta en bateria y Nathan East en bajo. Como se puede ver en la imagen que acompaña este texto, la estética del arte de tapa reúne a Man Ray con un Fred Astaire que muchos tomaron por Marlene Dietrich, lo que enojó a Rita: “¡Me estudié todas las peliculas de Astaire para vengan que me confundan con Marlene!” Pero el disco --aunque leo por ahí que fue apurado por la Polygram, algo que que enfureció a Roberto, que lo consideró sin terminar-- es festejado aún hoy por Rita en sus memorias. Lo que querés/ estará con vos cuando lo recuerdes/ lo que querés/ estará en vos cuando no lo recuerdes, canta Santa Rita en O que vocé quer, el irresistible tema que suena en este no-programa, que lleva música de Roberto y letra de Arnaldo Antunes. “Fue pasión a primera escucha”, confesó la cantante cuando presentó el tema para la salida del disco. “En las raras veces en que yo sabía lo que quería, era cantar O que vocé quer. Y querer es poder”. Así que ya saben, quieran y puedan. Y dejen sonar esta nueva selección de canciones en este martes de un otoño que empieza a mostrarnos lo que es el frio. Nada mejor que abrigarse con música. Y si es Cretina, mejor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario