miércoles, 22 de enero de 2020

Jake Xerxes Fussell, "Drinking of the wine"

Estoy en condiciones de adelantarles que el primer Música Cretina de este veinte veinte es inminente, pero mientras tanto no está de más seguir recorriendo la lista de temas del no-programa con el que cerramos el año pasado, y cuando digo 'cerramos' es casi literal, porque alcancé a terminarlo casi sobre los fuegos artificiales en Australia. Por lo tanto, en realidad es lo que venimos deshojando hasta ahora en este nuevo año, y lo que vuelvo a invitarlos a escuchar. A escuchar, por ejemplo, a este muchacho de gorra sentado sonriente en el umbral con su perro. Se llama Jake Xerxes Fussell, y confieso que aunque encontré en las redes fotos en las que posaba con su guitarra más en el estilo de máquina-mata-fascistas, la verdad que todo en su música antes que ir a la guerra clama por la paz. La paz de sentarse con tu perro en el umbral a escuchar buenas canciones, por ejemplo. Eso es lo que parece hacer Fussell, hijo de un recopilador de música autóctona norteamericana que ha heredado esos intereses, al punto de que el repertorio de todos sus discos —ya lleva tres en media década— está basado en canciones del dominio público. Eso no significa que sea un furioso tradicionalista: nada de eso, las adapta y las hace propias, y hasta leí por ahí que confiesa que en el último tiempo el mejor campo donde buscar esos temas… ¡es you tube! Su último disco, el tercero, es el primero que grabó con una banda completa, y se metió en las listas de los mejores discos del año. Y no sólo eso: también venció mis reticencias de no privilegiar a mis músicos cretinos —por eso fue que salió Jamila Woods, a la que ya conocía, y entró Adia Victoria, que descubrí pispeando en listas ajenas— y terminó con un lugar en la selección que suelo hacer para Radar. El tema al promediar el Lado A del Música Cretina que aún sigue siendo el último, y que les estoy invitando a escuchar, lleva por nombre Drinking of the Wine, un clásico gospel que las notas incluidas en el disco detallan como inspirado en la versión de Walter Kegler & The Crew of The Barnegat, un registro rural de 1950, incluido en el disco Virginia Work Songs, editado en 1983, dentro de la colección Virgina Traditions. El tema era un canto con el que los pescadores pedían por su suerte antes del zarpar, pero confieso que nada de eso —se puede buscar la version original en, justamente, you tube— se filtra en lo que canta el buen Xerxes, que cierra su disco con su versión, muy en modo podríamos tocar esto todo el día mientras yo estoy sentado en este umbral acompañado por mi perro. Leí también por ahí —y lo usé para cerrar lo que escribí sobre él en Radar— que tanto Bill Callahan como Wilco se lo han llevado de gira para abrir sus shows, y que habrá que creerle a Bonnie Prince Billy cuando dice que mientras Fussell siga tocando en vivo y sacando discos “hay amplio sustento para el optimismo en este mundo”.

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