Hacé lo que yo digo/ y haré que te sientas bien
Cuenta Tanya Donelly que escuchó por primera vez el nombre de Elliott Smith a través de un amigo que era el manager de Heatmiser, la banda con la que Smith arrancó tocando en Portland. La había formado con Neil Gust, un compañero del Hampshire College, de Amherst, Massachusetts, de donde salió con una licenciatura en filosofía y ciencias políticas. Con el título bajo el brazo terminó trabajando en una panadería en Portland, así que decidió que era hora de rockearla un poco. Como también recuerda Donelly, no pasó mucho tiempo hasta que se empezó a correr la voz sobre los demos y grabaciones caseras que Smith venía realizando como solista, al punto que los Heatmiser empezaron a ser rápidamente opacados por esas cintas que se convirtieron en discos con tanta premura que los temas que a veces ni siquiera tenían nombre. En Roman Candle, el primero de esos discos --que conseguí en Tower Records (el de Santa Fe entre Riobamba y Callao, ¿se acuerdan?)--, hay cuatro temas llamados así, No name. No era aún época de redes sociales así que esta clase de noticias no corrían tan rápido ni llegaban tan lejos como ahora, pero la llegada de Tower propiciaba estos descubrimientos, ya que, ademas de los discos, la disquería traía revistas como Punk Planet o No Depression, y también la Pulse, la hermosa revista de la casa. Estaba la información, estaban los cds, estaba el 1 a 1, se podía probar cosas nuevas. Así fue como tuve la suerte de descubrir al buen Eliott casi desde el mismísimo comienzo. Los de Tower habían traído todos sus primeros discos, y me los fui llevando de a uno. Estuvieron esperandome semana tras semana a que me decidiera, como si estuviesen ahí sólo para que yo me los llevase. Arranqué con Either/Or, y empecé a ir para atrás, pero Tanya tuvo la suerte de llegar cronológicamente, y cuenta que el primer tema de Elliott que recuerda es Needle in the hay, que abre su segundo disco, Eliott Smith. Después vendría su ascenso a Dreamworks, su aparición en los Oscar, su súbita y absurda muerte en un incidente poco claro involucrando a un cuchillo, una especie de bizarra versión unplugged del escopetazo de Kurt, en todo sentido. Tanya Donelly explica que aquellos primeros discos de Elliott fueron muy influyentes, ayudando a generar una escena de músicos con la acústica y la voz bien al frente. La ex Throwing Muses, Breeders y Belly habla de Smith porque forma parte de un nuevo homenaje a sus canciones, producido por un sello indie llamado American Laundromat Records, dedicado en un principio a discos tributo. Los conocí hace un par de años, cuando hicieron uno bien cretino, un homenaje a la banda de sonido de Repo Man, del que ya hemos hablado anteriormente. La gente de American Laundromat amplió sus intereses editando también discos solistas de algunos artistas a los que se habían acercado para invitarlos a sus tributos y estaban sin sello, como Juliana Hatfield o justamente Tanya Donelly, pero con Say Yes!, su inevitablemente desparejo pero delicioso homenaje a Elliott Smith que apareció a fines del año pasado, han regresado a las fuentes. Ahí están J Mascis, Juliana Hatfield, Waxahatchee y Lou Barlow, entre otros, y también Tanya Donelly abriendo el disco con esta hermosa versión de Between the bars, un tema de Either/Or, que para ella es la canción perfecta. "Cuenta una historia con la que me puedo indentificar de muchas maneras: el amor y la bronca al preocuparte por una persona difícil, siendo uno también difícil".
Cuenta Tanya Donelly que escuchó por primera vez el nombre de Elliott Smith a través de un amigo que era el manager de Heatmiser, la banda con la que Smith arrancó tocando en Portland. La había formado con Neil Gust, un compañero del Hampshire College, de Amherst, Massachusetts, de donde salió con una licenciatura en filosofía y ciencias políticas. Con el título bajo el brazo terminó trabajando en una panadería en Portland, así que decidió que era hora de rockearla un poco. Como también recuerda Donelly, no pasó mucho tiempo hasta que se empezó a correr la voz sobre los demos y grabaciones caseras que Smith venía realizando como solista, al punto que los Heatmiser empezaron a ser rápidamente opacados por esas cintas que se convirtieron en discos con tanta premura que los temas que a veces ni siquiera tenían nombre. En Roman Candle, el primero de esos discos --que conseguí en Tower Records (el de Santa Fe entre Riobamba y Callao, ¿se acuerdan?)--, hay cuatro temas llamados así, No name. No era aún época de redes sociales así que esta clase de noticias no corrían tan rápido ni llegaban tan lejos como ahora, pero la llegada de Tower propiciaba estos descubrimientos, ya que, ademas de los discos, la disquería traía revistas como Punk Planet o No Depression, y también la Pulse, la hermosa revista de la casa. Estaba la información, estaban los cds, estaba el 1 a 1, se podía probar cosas nuevas. Así fue como tuve la suerte de descubrir al buen Eliott casi desde el mismísimo comienzo. Los de Tower habían traído todos sus primeros discos, y me los fui llevando de a uno. Estuvieron esperandome semana tras semana a que me decidiera, como si estuviesen ahí sólo para que yo me los llevase. Arranqué con Either/Or, y empecé a ir para atrás, pero Tanya tuvo la suerte de llegar cronológicamente, y cuenta que el primer tema de Elliott que recuerda es Needle in the hay, que abre su segundo disco, Eliott Smith. Después vendría su ascenso a Dreamworks, su aparición en los Oscar, su súbita y absurda muerte en un incidente poco claro involucrando a un cuchillo, una especie de bizarra versión unplugged del escopetazo de Kurt, en todo sentido. Tanya Donelly explica que aquellos primeros discos de Elliott fueron muy influyentes, ayudando a generar una escena de músicos con la acústica y la voz bien al frente. La ex Throwing Muses, Breeders y Belly habla de Smith porque forma parte de un nuevo homenaje a sus canciones, producido por un sello indie llamado American Laundromat Records, dedicado en un principio a discos tributo. Los conocí hace un par de años, cuando hicieron uno bien cretino, un homenaje a la banda de sonido de Repo Man, del que ya hemos hablado anteriormente. La gente de American Laundromat amplió sus intereses editando también discos solistas de algunos artistas a los que se habían acercado para invitarlos a sus tributos y estaban sin sello, como Juliana Hatfield o justamente Tanya Donelly, pero con Say Yes!, su inevitablemente desparejo pero delicioso homenaje a Elliott Smith que apareció a fines del año pasado, han regresado a las fuentes. Ahí están J Mascis, Juliana Hatfield, Waxahatchee y Lou Barlow, entre otros, y también Tanya Donelly abriendo el disco con esta hermosa versión de Between the bars, un tema de Either/Or, que para ella es la canción perfecta. "Cuenta una historia con la que me puedo indentificar de muchas maneras: el amor y la bronca al preocuparte por una persona difícil, siendo uno también difícil".
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