Ven, ven, ven/ Ven que te quiero ver bailar
Lo siento, nuestro Elvis nunca fue Sandro. Para mi, al
menos, siempre fue Pajarito. Pajarito Zaguri es un joven viejo original,
lavaplatos en Gessell cuando aun no era Gessell, que se ganó su apellido porque
tenía pegada en la pared una foto de la Bardot, y por entonces su novio se
apellidaba Zaguri (pueden leer más sobre el Pájaro en esta nota). En la época en que la información circulaba de manera poco
menos que curiosa –o no circulaba—hay dos vinilos que me compre sin saber bien
por qué. Y aun están aca, en mi discoteca. Por entonces estaban en oferta, en
la epoca que el vinilo dejaba de existir. No la de ahora, sino a fines de los
80, cuando los discos nacionales abandonaron el vinilo para ¿siempre? Uno era
este, el otro era el de los Otroshakers (que merecerá comentario propio).
Discos enigmáticos, que no se anunciaban de ninguna manera, pero contenían
música maravillosa. El del Pájaro era más inmediato. Pero en tiempos de la
primavera democrática, del pop alfonsinista, habia sido otra cosa. Por eso
nadie le dio ni bola. Pero aun hoy, temas como Dame tu mejor canción, Vidala
para mi sombra o Maravilloso y real –que cierra el Música Cretina de esta
semana-- hablan de un mundo que está ahí
nomas, pero aun no llegamos a verlo. Y por eso seguimos buscando.
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