Jesús es mi compadre/ Jesús es también mi hermano/ Jesús y su scalectix/ Jesús escribe un poema
Uno de mis discos preferidos del indie español es el álbum
debut de La Costa Brava, ese milagro de grupo que armaron Sergio Algora (El
Niño Gusano) y Fran Fernández (Australian Blonde). Se trata de un disco
irresistible desde su título, Déjese querer por una loca, y cuya frutilla
sobre la torta es un grandioso cover de Race for the prize, de The Flaming
Lips, traducido como Dos científicos (Carrera por el premio). Pero todo el
disco es un disfrute, incluso sus temas más enigmáticos, y el mejor ejemplo es este Jesús, etc, etc, un contagioso tema pagano firmado por Algora que mereció el reproche
de su padre, quejándose por la forma en que su hijo invocaba una y otra vez semejante
nombre en vano. El malogrado Algora le explicó que no tenía nada que ver con la
religión, sino que lo que simplemente hacía en su letra era nombrar a todas las
personas llamadas Jesús que conocía, incluido su hermano. El viernes pasado, en
Diario del Futuro, tuve el sorpresivo honor de conocer a uno de esos Jesús
invocados en el tema.
Después de intentar hacer un diario durante la semana, los viernes la cerramos con una especie de revista –si Clarín tiene la Viva, la nuestra se llama Muerta—que incluye algún entrevistado y música en vivo. Ambas cuestiones fueron cubiertas con la aparición de Manuel Vilas (amigo de la casa: ya les dije que es un genio, ¿no?), Angel Petisme y Jesús Jiménez Domínguez, tres poetas aragoneses, invitados por la Embajada de España, que aún andan presentando por estos lares (ya estuvieron en Rosario, La Feria del Libro porteña y creo que les queda Montevideo y Córdoba) un espectáculo audiovisual de poesía y música llamado Tres en Raya. Mientras Jesús estaba leyendo un poema dedicado a Ian Curtis, caí en la cuenta que, si eran de Zaragoza, debían haber conocido a Algora. Y si Jesús lo había conocido, tenía que estar en la canción. Se lo pregunté al aire apenas terminó su lectura, y Jesús confesó –efectivamente-- ser el Jesús que, según dice la letra, "escribe un poema". ¡Sorpresa! ¡Emoción! Cuando llegó el momento de los brindis post-programa en Chabrés hasta terminar con el contenido de nuestras billeteras, y le conté que había sido yo el autor de la despedida de Algora –que falleció prematuramente a la edad 39 años, el 2008—publicada en Radar, fue su turno de exclamar: “¡Fuiste tú!”. Porque desde entonces se estaba preguntando quién había sido el autor de semejante despedida, otra vez, tan lejos de su casa. Pero es que no hay distancias en los brindis, los poemas y las canciones. Son el hogar de los que están lejos de casa, justamente. Bajo este techo Cretino, entonces, brindo entonces por Sergio, por Jesús, por los Tres en Raya, y por Diario del Futuro y la radio, en general, por ser capaz de semejantes milagros. Y por las canciones, claro está. Por las canciones.
Después de intentar hacer un diario durante la semana, los viernes la cerramos con una especie de revista –si Clarín tiene la Viva, la nuestra se llama Muerta—que incluye algún entrevistado y música en vivo. Ambas cuestiones fueron cubiertas con la aparición de Manuel Vilas (amigo de la casa: ya les dije que es un genio, ¿no?), Angel Petisme y Jesús Jiménez Domínguez, tres poetas aragoneses, invitados por la Embajada de España, que aún andan presentando por estos lares (ya estuvieron en Rosario, La Feria del Libro porteña y creo que les queda Montevideo y Córdoba) un espectáculo audiovisual de poesía y música llamado Tres en Raya. Mientras Jesús estaba leyendo un poema dedicado a Ian Curtis, caí en la cuenta que, si eran de Zaragoza, debían haber conocido a Algora. Y si Jesús lo había conocido, tenía que estar en la canción. Se lo pregunté al aire apenas terminó su lectura, y Jesús confesó –efectivamente-- ser el Jesús que, según dice la letra, "escribe un poema". ¡Sorpresa! ¡Emoción! Cuando llegó el momento de los brindis post-programa en Chabrés hasta terminar con el contenido de nuestras billeteras, y le conté que había sido yo el autor de la despedida de Algora –que falleció prematuramente a la edad 39 años, el 2008—publicada en Radar, fue su turno de exclamar: “¡Fuiste tú!”. Porque desde entonces se estaba preguntando quién había sido el autor de semejante despedida, otra vez, tan lejos de su casa. Pero es que no hay distancias en los brindis, los poemas y las canciones. Son el hogar de los que están lejos de casa, justamente. Bajo este techo Cretino, entonces, brindo entonces por Sergio, por Jesús, por los Tres en Raya, y por Diario del Futuro y la radio, en general, por ser capaz de semejantes milagros. Y por las canciones, claro está. Por las canciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario