sábado, 15 de julio de 2023
Louisa Mark, "Keep it like it is"
Se las presento: ella es Louisa Mark, la gran pionera de un estilo de reggae romántico conocido como lovers’ rock. Que no los confunda su ropa en esta foto, la única más o menos decente que pude encontrar en las redes, tomada de la portada de su único LP, editado tiempo después de sus comienzos. Porque la pequeña Louisa era apenas una quinceañera que aún estudiaba en la secundaria cuando su voz le dio el puntapié original a un estilo que, según el especialista Lloyd Bradley, a pesar de ser haber sido prácticamente invisibilizado por el periodismo musical de entonces e incluso por la historia del reggae, debe ser considerado como la primera escena realmente británica del género. Hija de inmigrantes de Granada instalados en el oeste de Londres, padre obrero de la construcción y madre trabajadora de fábrica devenida luego en cuidadora de ancianos, cuenta la leyenda que Louise se hizo un pequeño nombre al ganar durante varias semanas seguidas un concurso abierto de cantantes femeninas que se realizaba en un pub londinense. Por entonces la escena del reggae estaba monopolizada por los cantantes masculinos: demasiado rastafarismo machista para un publico comprador de música principalmente femenino, según comenzó a darse cuenta un personaje clave para esta historia, tal como lo cuenta Bradley en esa biblia llamada Bass Culture. El tipo en cuestión era un DJ londinense llamado Lloydie Blackwood, rebautizado Coxsone en homenaje a uno de los grandes pioneros de la producción jamaiquina, que decidió poner manos en el asunto: metió a Louise en un estudio con musicos de reggae, le dio para cantar un perdido lado B del soul de Nueva Orleans firmado por un one hit wonder llamado Robert Parker y zas: Caught you in a lie se convirtió en un bombazo tan inmediato y extraordinario que abrió la puerta a toda una nueva escena, con sus productores, cantantes --generalmente tan jóvenes como Louisa en sus comienzos, de público a artistas en un parpadeo-- y hasta sellos propios. Al mismo tiempo que el reggae disfrutaba de su legitimación por parte de la comunidad rockera, un momento al que la historia oficial del rock inmortaliza con Clapton grabando I shot the sheriff, el lovers’ rock silenciosamente se cansaba de vender simples y lanzar la carrera de muchas cantantes, todos --público, canciones e intérpretes-- rescatados recientemente por esa maravillosa película llamada Lovers rock, justamente, dirigida por el director británico Steve McQueen, sí, el mismo de esa plataforma para el Oscar titulada 12 años de esclavitud. En lo que a mí respecta, el buen Steve está reivindicado por su serie Small axe, nombre colectivo para cinco películas dedicadas a la inmigración antillana en Gran Bretaña, de la que forma parte la deliciosa Lovers rock, que si aún no la vieron deben buscarla para disfrutarla este mismísimo fin de semana. Y si ya la vieron, confío en que esta mención haga que quieran volverla a ver. Lovers rock por supuesto que tiene su propia antología en forma de disco, de donde sale el tema de Louisa Mark que suena en el nuevo Música Cretina, un Keep it like it is que nos recuerda --hagan play, esperen que aparezca en el Lado A-- que las cosas pueden quedarse como están, y disfrutarse. Por un momento, claro. Pero qué momento. Musical, de ser posible. Y entonces repitan comigo: si es Cretino, mejor.
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