viernes, 21 de septiembre de 2018

Okkervil River, "Don't move back to L. A."

Permítanme que los presente: el pibe de, pelo largo anteojos y barba de este video se llama Will Sheff. Es el cantante y comositor de Okkervil River, un grupo que se formó dos décadas atrás en Austin, Texas, pero desde entonces y hasta ahora la única constante en su formación siempre fue él, Will. Por eso todos dicen que es su banda. Su formación actual es de quinteto, y así fue como grabaron su ultimo disco, el noveno del grupo, titulado In The Rainbow Rain. Ahí está el tema que abre el Lado B del último y nuevísimo Música Cretina cosecha 2018, una melodía soleada y contagiosa, que repite una y otra vez eso de No te vuelvas a Los Angeles. Hace días que la silbo yendo y viniendo en bici por las calles de una Buenos Aires que últimamente parece invitar a irse y no volver. Confieso que por lo que siempre respetaré a Will Shelf es porque una década atrás puso su banda al servicio de Roky Erickson, el mítico líder de los 13th Floor Elevators, una de las grandes víctimas del rock y sus guerras lisérgicas. Shelf fue el productor del emocionante True Love Cast No Evil (2010), con el que Erickson demostró que durante su larga marcha por el desierto (y el infierno de su amor por las películas Clase Z) no había perdido nada, que aún tenía todo consigo. La historia del buen Roky merece contarse aparte, e incluso creo que ya lo hice alguna vez, así que volvamos con Sheff, que bautizó su banda en honor a un cuento de la escritora rusa Tatyana Tolstaya, cuyo protagonista escucha viejas canciones de amor de una cantante olvidada, a la que descubre sobreviviendo a la orilla del río en cuestión, ubicado en las afueras de Leningrado. El siempre demasiado lleno de respuestas Shelf contó por algún lado que este nuevo disco es una especie de respuesta al ascenso de Donald Trump y el consiguiente desbarranco de todo lo demas. Fue entonces que decidió que lo único que se podía hacer era componer canciones, y por eso es que In The Rainbow Rain terminó siendo un disco luminoso, con título de lluvia y arco iris. Estado de rock y sala de ensayo, pero con reuniones cuáqueras (?). Así fue como consiguió un resultado que todos señalan como entusiasta y creyente, en el que reza por sus amigos para que no se vayan a Los Angeles. Así que ya saben, ni se les ocurra irse. Hay que creer y hacer. Y hacer y creer. Una y otra vez. Mientras tanto, aquí les dejo Música Cretina para todxs. El link para escuchar el no-programa está en la columna de al lado. La primavera, supongo que ya lo saben, está por todos lados.

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