Parece cocaína/ pero es sólo tristeza
“¿Vamos a empezar el disco con ese verso? Buenísimo”. Según
el pequeño y fascinante libro de Mariano Marovatto dedicado al consagratorio As quatro estaçoes, de Legiao Urbana, eso es lo que dijo un
entusiasta Dado Villa Lobos, guitarrista del grupo, cuando armaron por primera
vez el orden de las canciones del disco, y se dio cuenta que Ha tempos era la
que abría. Junto con Pais e filhos y Meninos e meninas, son tres temas que
no pueden faltar desde entonces en cualquier recorrido por el repertorio del
grupo, que con aquel cuarto opus terminó de destacarse entre los protagonistas
del rock de los 80 brasilero. Según señala Marovatto, As quatro estaçoes es fruto de una suerte de reinvención del grupo de Renato Russo,
es el disco con el que Legiao rompió con su pasado de Brasilia. Ya habían
entrado en crisis con la ciudad donde se formaron luego de un concierto
desastroso allí, con el que terminó la gira de Que país es este, el
disco anterior, en el que habían regresado a los restos del repertorio previo a
la formación de la banda, rascando el fondo del barril de Renato. Y qué fondo:
ahí estaba esperando nada menos que una obra maestra como Faroeste
cabloclo. Pero si en la discografía de Legiao hay que ir salteando discos
cronológicamente para encontrar un dialogo entre ellos, As quatro sería la continuación de Dois, el álbum previo a Que
país. Compuesto yendo todos los días de tres de la tarde a ocho de la
noche a los estudios de EMI en el barrio de Botafogo, en Río de Janeiro, los
temas fueron tomando forma sin letras, y cuando Renato trajo las primeras y
calzaron perfectamente en la música, supieron que el trabajo había rendido sus
frutos. Una de las primeras fue, justamente, este Ha tempos, himno
instantáneo, que en esta versión del Acústico MTV se aleja de las referencias
rockers de la época de la grabación original, y adquiere aún más carácter de
canción sin tiempo, y además se disfruta mejor que nunca la profunda voz de su
cantante y líder. Tu tristeza es tan exacta/ y hoy el día es tan bonito,
entona el buen Renato, un artista al que el rock local aún debe un reconocimiento. De hecho, una de las razones
por las que me saco el sombrero ante Pedro Aznar es que es el único que supo
escucharlo desde acá. Cuando murió Renato y tuve que dar la noticia en Página,
el único al que se me ocurrió pedirle una columna fue a Pedro, que se sumó
gustoso a la despedida. En este Música Cretina de regreso de las vacaciones, no
podía faltar este Ha tempos, que me encontré tarareando una y otra
vez durante una semana en Río. Ahí está, cerrando el Lado A de un no-programa
que no podía ser otra cosa que muy brasilero. Salve Renato, por casa también el
agua está muy limpia, claro que sí.
Ciro de Attaque fue otro admirador de la banda de Renato Russo, quien tambien hizo un tema de ellos, Perfeccion. Esos detalles que hacen disparar tu curiosidad hacia bandas que uno no conocia.
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