Decile adiós a la pequeña Jo/ Simplemente aflojá ahora y dejala ir/ Se estará yendo mientras el sol se ponga/ Ella ya no te quiere más
Mediodía cretino de miércoles, y acá llega el amigo Steve Forbert,
con esa cara de nene que luego heredaría Ron Sexsmith para los noventa. Cada
vez que escucho el comienzo de este tema, con esos coritos femeninos ahí atrás,
no puedo evitar que se me ponga la piel de gallina, lo confieso. Es conocida la
historia de que Forbert se perdió el tren de la fama cuando no sólo se negó a
incluir un potencial hit en su siguiente disco, sino que no quiso hacer un
video del mismo, para un canalcito de cable que recién empezaba, llamado MTV.
Por entonces estaba de novio con una tal Cindy Lauper, y como tal accedió a
aparecer –con traje, moñito, ramito en mano y todo-- en el video del primer
simple de su disco debut, un tema llamado Girls just wanna have fun. El resto
es historia. En las brevísimas liner notes de la primera edición en CD de
Jackrabbit Slim (hay una nueva, con bonus y demás, si alguien quiere hacer de Rey
Mago tardío yo le pongo agua y pastito), Forbert cuenta que dos semanas antes
de la grabación, el productor estrella de la CBS que iba a estar a cargo fue súbitamente
llamado por Barbra Streisand, y allá fue, dejándolo en banda. Pero siguieron
adelante igual, consiguió de apuro a John Simon –que grabó a The Band, la
Joplin y Cohen—y grabaron con todos al mismo tiempo en el estudio, mirándose a
la cara mientras tocaban. En el disco, Say goodbye... es el anteúltimo tema del
Lado A, ese tema fuerte que se guardaba antes del lento que iba al final de
cada lado, ¿se acuerdan? Creo haber leído que el final del surco era el que tenía
peor audio, o algo así. Las mejores canciones desconocidas solían estar
escondidas al final de cada lado. Además, era el tema que te hacía levantarte y
dar vuelta el disco. En este no-programa, el último del año pasado, Say goodbye...
está al final del Lado A, porque no hay nada que se le pueda poner después.
Porque así te quedás para el Lado B. Porque este miércoles de enero después de
la lluvia, con sol pero aun algo fresquito, se merece que lo empecemos a dejar
ir, porque ya no nos quiere mas...
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