Como Adán pecó, no tengo opción/ el pecado corre por mis venas
Llega el viernes, y hay que creer. Cómo no
creer, después de ver durante toda la tarde las notas sobre el rayo asesino en
Villa Gesell, y por la noche ver acercarse, majestuosa e imponente, la tormenta
eléctrica sobre el cielo porteño. “Aunque no soy muy religioso, la emoción te
gana. La épica de la canción te lleva, y terminás cantando de manera un poco
más ferviente de lo que lo harías normalmente”, se justificó el gran John Doe a
la hora de encarnar al Dylan más religioso para I’m not there. Sólo
en la banda de sonido, claro está. Porque el afro de Christian Bale en la
película, ese particular American Cristho, es difícil de olvidar. Y lo que le
sucede a Doe al cantarlo es lo mismo que experimentamos al escucharlo. Pressing
on apareció originalmente en Saved, el más fanático y tal vez
el menos interesante de los discos religiosos de Bob. “Muchos tratan de
detenerme, me dicen: ‘Probame que él es el Señor, mostrame alguna señal’”,
canta Dylan (y canta Doe, claro). “¿Qué clase de señal necesitan cuando todo
viene desde dentro? ¿Cuándo lo que está perdido ha sido encontrado? ¿Cuando lo
que va a venir ya ha venido antes?”. Y ahí vienen los rayos desde el horizonte,
anunciando lo que ya ha venido. Anoche estaba sentado en el balcón, viendo
venir la tormenta, y entre las nubes llenas de rayos veía pasar esas luces que
son los aviones en medio de la noche. Eso debe ser la fe. Fe al volante y la
máquina, fe en la aerodinámica. Eso es Pressing on, una ferviente
fe en la canción. Y en John Doe, por favor. Producido nada menos que por Joe
Henry, además. Hay que ponerse de pie ante el llamado de estos señores desde
bien arriba. No por nada suenan en esta mañana de viernes, llamando al fin de
semana. Y también justo en el medio del Lado B del último Música Cretina, entre
Robyn Hitchcock y Sue Mon Mont, la super banda indie de Rosario Bléfari. Pasen y escuchen.
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