Querida/ No tenés que llamarme Stalin/ Ni siquiera Mao Tse Tung/ Porque soy demasiado joven
Ultimo viernes del año, oh si, el año que se va y uno sigue
acá, celebrando el capricho de los calendarios. Para brindar por semejante
indulgencia, nada mejor que escuchar al amigo Robyn Hitchcock, el único capaz
de arrancar una canción encantadora con versos que nombran a Stalin y a Mao. Las flores de la intolerancia están apareciendo temprano este año, alguien las
ha estado regando, le hace decir a una tal Kate (?) en su tema Devil’s
Radio, con el que no puedo evitar emocionarme cada vez que lo escucho.
Piel de gallina, señor@s. ¿Por qué? No sabría explicarlo. Tal vez porque porque
yo también escucho la radio del diablo. Y todo va na na nana/ en la radio del
diablo. Por eso Robyn suena en el Lado B del ¿ultimo? no-programa del año. Y
todo va na na nana en Música Cretina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario