La dejé ir como el tonto que era/ Pensé que lo iba a superar pronto/ Huelo su perfume cuando mis ojos están cerrados/ Y veo su rostro en la luna
No se si es un tema para un domingo medio nublado. Lo
siento. Tal vez lo sea, ojo. Pero a mí no me importa el día ni el clima cuando
lo escucho. Siempre se me pone la piel de gallina. Me pasó lo mismo cuando
Robyn lo empezó a cantar en uno de los vagones del taller de los tranvías de
Primera Junta. Después del corto viaje, nos invitaron a visitar el taller, que es
compartido con el del subte. Es el taller del subte, en realidad, en el que la Asociación
Amigos del Tranvía tiene sólo una vía donde descansan todos sus tranvías, los que
están listos para salir a la calle y los que todavía están arreglando. Durante la visita, Robyn cantó unos temas ante la cámara que lo estaba filmando, para un
video de su viaje por Argentina y Uruguay. Uno de ellos fue She doesen’t exist
anymore, y desde entonces no me lo puedo sacar de la cabeza. Después del paseo,
cuando caminábamos del taller al museo de la Asociación, le pregunté a Robyn si
estaba dedicado a una mujer en particular. Me dijo que no, que tenía una amiga
que por esa época había enfermado gravemente, pero que en realidad no estaba
dedicado sólo a ella. Que los temas no son del todo de quien los compone, y que
pensaba que debió haber desaparecido mucha gente en el mundo por esa época, y ese
dolor se filtró en su canción. Creo que conté en la crónica de nuestro sábado en
tranvía que cuando le confesé que tuve que contenerme para no cantar los
coros del tema en el vagón, mientras estaban grabando, él me contestó: “Los
hubieras hecho, en el disco los hizo Michael Stipe”. Desde entonces que quiero
incluir el tema en el no-programa, pero había que encontrar el momento, y
además no quería exagerar con tanto Robyn. Pero ya está. Me encantaría poder
ver alguna vez la grabación que hizo el hermano del Felipe en ese vagón.
Mientras tanto, tenemos YouTube. Esta es la versión de Perspex Island, que supe
tener en cassette. Sobrevivió varias mudanzas y limpiezas, como los de Jonathan
Richman originales. Pero al final me rendí. “Ella ya no existe más”. Pero este
tema sí que existe. Y lo llevaré conmigo por siempre.
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