Desde el mismísimo infierno de uno de los rockitos mas furiosos y desalmados que nos supo regalar nuestro primer rock nacional es que Sol Bassa casi que vuelve a abrir el nuevo Música Cretina asomó al comienzo de esta pegajosa semana. Después la apertura propiamente dicha con Hynde haciendo a Dylan aparece esta deliciosa pelirroja haciendo a Moris, completando un hermoso uno-dos, un truco y quiero retruco que sube la apuesta con una version sorprendente, llena de slide y guiños a Johnny Winter. En realidad, explica Bassa, la niña fanática de Los Rodríguez que entonces era quedó prendada del tema recién después de escuchar la versión que Ariel Rot hace en su disco acústico, el que acompañó la salida de Lo siento, Frank. Pero no vayan a pesar que reniega del maestro, eh. Ahí la pueden escuchar en el flamante cover que los Decadentes perpetraron de un De nada sirve, que sigue y seguirá funcionando como el himno nacional del rock idem. Pero volvamos este Tengo 40 millones que engalana el nuevo no-programa, que Sol grabó para un homenaje de aquellos comienzos heroicos bautizado Aquí, allá y en todas partes, que comandó Juan Ravioli. Fue él quien le pidió eque se eligiese un tema de Moris a Bassa, la gran blusera del rock local del nuevo siglo, una chica de Coghlan que siempre recuerda que tuvo su primera guitarra a los 14 años: la compró en Antigua Casa Nuñez por 250 pesos. Su compañera de colegio fue la hija de Litto Nebbia, así que en algún acto escolar se apareció el gran Gato y hasta ella recuerda haberlo visto tocar algún tema. Contó en alguna entrevista que cuando sus amigas del secundario les mentían a sus madres para poderse escapar al baile, ella hacía lo mismo pero para irse a La Boca para ir a ver blues al Samovar de Rasputín. Históricos como Pajarito Zaguri o Ciro Fogliatta la bendijeron, y su crecimiento se pudo observar en publico disco a disco, desde el iniciático e instrumental Dedos negros (2016), hasta el extraordinario Océano rojo que sacó este año, y que tiene varios temas que tendrán futuro cretino, ya lo voy adelantando. Pero ahora es el turno de los 40 millones, las 20 mujeres leones, de esa pequeña rocker llamada Sol, de este nuevo no-programa que pide pista en este miércoles de una primavera que ya es verano, y nos promete una y otra vez el infierno. Del que ya sabemos la dirección, y que está lleno de música. Siempre cretina, como debe ser.
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