Ay llorá llorá acordeón/ en manos de la sirena
Se las presento: la chica de la foto --de la tapa del disco, o sea-- se llama Aurita Castillo, y si su voz es una de las más particulares del nuevo Música Cretina es por lo que se evidencia en la imagen: es una nena. O lo era: tenía apenas seis años no sólo cuando se tomó esta foto, sino que --si es verdad lo que asegura la leyenda-- también era su edad cuando grabó los discos por los que, medio siglo más tarde, sigue siendo recordada. Son solo dos, originalmente titulados Festival con Aurita volumen uno y volumen dos, grabados en Medellín a mediados de la década del ’60, y editados por la casa discográfica esencial de la música colombiana, una suerte de Motown de la cumbia: Discos Fuentes. En los últimos años, gran parte del catálogo aparentemente interminable de Fuentes ha comenzado a ser licenciado y reeditado en diversas partes del mundo, ya sea en España por Vampisoul (un sello que reedito, por ejemplo, al grupo uruguayo Totem) como en los últimos años en los Estados Unidos, y yo di con la obra de Aurita gracias a la reedición de la foto, que realizó un sello de Chicago llamado Mississippi Records. Un año atrás, su lanzamiento en vinilo (que ya está agotado) propició algunas notas, y en todas ellas se destaca el hecho de que nadie ha sabido nada sobre Aurita luego que decidió salirse del mundo de la música. Lo que se sabe es que, diez años despues de aquellas grabaciones originales, Fuentes reeditó esos discos, y después no hubo noticias. De hecho, en alguna de los artículos publicados para la reedición de Mississippi aparece algún especialista diciendo que durante mucho tiempo sospechó que la existencia Aurita podría haber sido un invento de la discográfica, algo que no hubiese sido nada extraño (y que es inevitable sospechar, ya que la voz de las grabaciones suena llamativamente decidida y firme). Pero no: parece que Aurita realmente existió, y un par de veces en las redes han aparecido comentarios de alguien que asegura ser su pariente, diciendo que Aurita sigue viva y le gusta que su música se siga escuchando, pero cuando a esos posteadores se les pide mas precisiones se llaman a silencio. Asi que Aurita sigue siendo un misterio, hasta ahora nadie la pudo encontrar como para poder escuchar su historia. Y aquellas grabaciones originales, que tienen forma tangible, también lo son, porque siguen resultando mágicas, como la versión que hace Aurita y Su Conjunto de Lamento de sirena, un tema firmado por Olga Zapata e Ignacio Paredes, sobre una pobre sirena engañada por un pescador que llega hasta su isla a cantarle su amor, pero que en tierra la engaña. Por eso es tan triste su cantar/ que el plamar guarda su pena. Vaya uno a saber lo que aquella niña podía pensar del tema que le hacían cantar, pero gracias a la magia de la música grabada lo sigue cantando y cantando, y no nos queda otra que brindar por eso. Porque con música cualquier pena se transita al menos un poco más facilmente. Y a esta altura supongo que ya lo saben: si esa Música es Cretina, mucho mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario