Al comienzo vos realmente me amabas/ pero yo estaba tan ciego que no podía verlo
Esta semana hay un nuevo Música Cretina, y no es que quiera cancherear con esto, pero... ¿no notaron que pese al frío tenemos sol? Ok, también hay otros asuntos que requerirían un arreglo similar, pero no podemos ocuparnos de todo. Así que quedémonos con el sol, por favor, que hacemos negocio. Y si se trata de hacer negocio nada mejor que el tema cuyos primeros versos arrancan estas líneas, que convirtió al enorme William Bell en la gran voz masculina del sello Stax. Estoy seguro que se estarán preguntando qué tienen que ver esos versos con la foto que ilustra este post, y la respuesta ante semejantes reuniones impensadas siempre tiene, al menos en la música, una misma posible respuesta: Brian Eno. La foto es de Casada con la mafia, la película --protagonizada por Michelle Pfeiffer y Matthew Modine-- con la que Jonathan Demme tiró por la borda toda la esperanza que habíamos depositado en él después de Totalmente salvaje. Luego se redimiría con El silencio de los inocentes, pero eso ya es otra historia. Quedémonos en ésta, en la que Demme intenta repetir casi paso-por-paso la receta que lo llevó a Melanie Griffith, Jeff Daniels y Ray Liotta pero no logra ni por asomo el mismo resultado, salvo en lo que se refiere a eso que nunca perdió el buen Jonathan, ni siquiera en sus pasos en falso: la capacidad de reunir una buena banda de sonido. Y de allí sale la extraordinaria version que Brian Eno le dedica a una de las mejores baladas de arrepentimiento del soul, la emocionante You don’t miss the water, o sea: "No extrañás el agua". Y si el título los deja fríos, déjenme romperles el corazón al completar el verso que comenzó allá arriba: Pero cuando me dejaste, oh, cómo lloré/ no extrañás el agua hasta que el pozo se seca. Es una letra breve, casi apenas un cuarteto, pero tan contundente que debe ser uno de los temas más versionados: apenas salió, además del original de Bell, lo grabaron Otis Redding, Percy Sledge, Taj Mahal, The Byrds, Jerry Lee Lewis y siguen las firmas. Hay una hermosa versión de The Triffids y leo también que el gran Harry Dean Stanton hizo la suya. Lo particular que tiene la de Brian Eno es que, además de ser encantadoramente etérea, es que está escondida en una banda de sonido de una película que no fue exactamente exitosa, por lo que se la podría denominar como una versión perdida. Leo por ahí que los fans de Eno destacan que, para cuando la grabó, a fines de los ’80, llevaba casi una década sin poner su voz --salvo haciendo coros en sus producciones-- al frente en ninguna canción. Sigo leyendo y descubro que el responsable de la banda de sonido original es David Byrne --que la rompió con Loco de amor en Totalmente salvaje--, asi que seguramente fue el culpable de invitar a Eno al baile. Rescatada en la flamante compilacion que acaba de sacar Brian Eno con su música de películas, Film Music 1976-2020, You don’t miss the water también suena maravillosamente ya bien entrado el Lado A de este Música Cretina a estrenar de estos días soleados e invernales que nos está regalando el mes de julio. Pasen y escuchen. Están todxs invitadxs.
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