El frescor de esta mañana de noviembre me permite también anunciar que hay un nuevo Música Cretina, que estrenamos el domingo pero que hoy podemos empezar a repasar. Y qué mejor que comenzar por su primer tema, obra de la chica de la foto, que en realidad es la portada de un simple. Se las presento: ella es Esmeray Diriker, más conocida como Esmeray a secas, una actriz turca de teatro, cine y series de televisión, que es recordada en su país principalmente por una canción nostálgica de fines de los años setenta y comienzos de los ochenta, dedicada a los jóvenes que estaban lejos de casa, realizando el servicio militar, que por aquel entonces en Turquía duraba dieciocho meses. Tal vez por eso es que en la antología Istambul 70, donde descubrí el pegadizo tema que abre el no-programa de noviembre, ni la nombran en el texto que acompaña la edición. Presentando su contenido desde la portada como Psych, disco, folk classics, las liner notes aclaran que en la occidentalización de la Turquía posterior a la caída del Imperio Otomano estilos musicales como el tango, el jazz o el rock se divulgaron en el país casi al mismo tiempo que en el resto del mundo. Después de explicar que en los sesenta existió algo llamado Anatolian Pop, dedicado a reinterpretar los temas tradicionales locales al estilo occidental, Murat Meric --que firma el texto-- se entusiasma contando todo lo rockeros y originales que llegaron a ser muchos de los artistas incluidos en el disco, pero --quizá avergonzado por una popularidad tan ajena al rock y sus derivados-- nada dice de Esmeray. Nacida en 1949 en Emirgan, un barrio ubicado cruzando el Bósforo, del lado europeo de Estambul, la joven Diriker es una afro-turca, cuyos padres llegaron a Turquía desde Marruecos, y que comenzó a actuar en teatro desde muy pequeña, para pasar luego al cine. El tema que descubrí en Istambul 70 aún a pesar de sus antologadores, y que abre un Música Cretina ideal para arrancar la semana, fue el lado B del simple de la foto, cuyo lado A es una canción con la que Esmeray ganó un concurso televisivo en 1974, que lleva la autoría de su marido: Unutama beni, traducible como No me olvides. La misma firma lleva el tema que nos ocupa, Ayrilik olsa bile, algo así como --gracias traductor de google-- Incluso si nos separamos. Antes de alejarse de la música Esmeray alcanzó a grabar varios simples y siete cassettes, y hacia el final de su vida llegó formar parte del elenco de varias telenovelas turcas antes de que el cáncer se la llevase en 2002. No quiero belleza ni riqueza/ vos sos la única felicidad en la que puedo pensar, arranca cantando Esmeray, la turca negra, que sufrió discriminación durante toda su carrera en un país demasiado obsesionado en encontrar una homogeneidad nacional, donde --obviamente-- no entraban los afrodescendientes. Tal vez por eso es que su voz invita a la nostalgia, y sus canciones hablan de amores perdidos, de olvidos a los que esquivar, de un mundo que supo disfrutarse pero que ya no está. Balas que pican tan cerca, que quizás por eso sea tan imposible no ponerles el pecho aun con tanto sol, noviembre y verano por delante. Ya saben, todo se pasa mejor con música, no importa lo amargo que sea. Y si es Cretina, mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario