“Ya pasaron los tiempos en que su público de siempre salía llorando de sus shows, con el shock de ver en qué se había convertido su ídolo. ‘Lo que ves es lo que hay’, anuncia García, y la frase se hizo carne. Hoy a sus fans --los de siempre, las familias o los jóvenes que nunca antes lo vieron en vivo-- les alcanza con ‘sólo un poquito nomás’. Y así como en algún momento su reclamo pareció egoísta --al menos ante un artista que no parecía tener nada más que dar salvo su vida en escena-- hoy esa actitud, esa presencia, sólo muestra una generosidad que pocos se atreverían a pedir. Cuentan que hace algunos años, en Montevideo era común encontrarse con el gran Eduardo Mateo caminando por la avenida 18 de Julio. Autor de uno de los temas más populares de Uruguay, "Príncipe azul", Mateo --en bancarrota-- sólo buscaba algunas monedas. Pero no pedía limosna: 'Te cobro los derechos de autor', decía. García no cobra sus derechos de autor en la calle, sino que su público llena feliz Obras para cantar por él --para devolverle de la mejor manera-- esos temas que los acompañaron, los acompañan y los acompañarán toda la vida. No es poco. En particular en un país siempre tan entregado al olvido”.
Hoy en que todxs le celebramos a Charly García su cumpleaños, y bien merecido que se lo tiene --¡y nosotrxs también!--, buscando entre las tantas notas que escribí sobre él encontré esta frase casi anticipatoria que escribí más de veinte años atrás, cerrando la reseña de un recital que hoy resulta clave en su carrera, al menos en lo que se refiere a la compleja relación que siempre mantuvo con su público. Fue después de un Obras sorpresivamente lleno, en la navidad de 1998, una época en que Charly venía a los tumbos, pero empapeló la ciudad con la lista de temas que prometía tocar esa noche, y la gente respondió. Tanto respondió que los organizadores se asustaron, y no dieron puerta hasta que estuvieron seguros de que García --que venía pegando publicitados faltazos en todos sus shows, hubo uno al que llegó... ¡dos días tarde!-- acudiría a la cita, con lo que los alrededores del estadio se llenaron de gente, como en los tiempos de oro para Obras. “Si lo construyes, ellos vendrán” es la frase que escucha un alucinado e incomprendido Kevin Costner en esa emocionante e injustamente olvidada película que es El campo de los sueños, y algo parecido se confirma una y otra vez en la relación de Charly con su público. Aquella noche en Obras se terminó de firmar el pacto final que los une hasta el día de hoy, en el que nadie exige nada, solo es --con permiso, Gustavo-- un "gracias totales", pero de verdad, y todo el tiempo que haga falta. Por eso: feliz cumple Charly. Ahí estaremos cada vez que haya que estar.
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